Prólogo
Mis pesadillas no cesan.
Mi mente sigue repitiendo las mismas imágenes una y otra vez que hacen que me levante del susto por tercera vez en la noche.
Pero simplemente no entiendo.
No entiendo que significan pero parece muy real.
Tampoco logro comprender como es que logré conciliar el sueño después del primer susto que me llevé esta noche pero en el instante en el que mi cuerpo se tranquiliza me digo a mi mismo que este será el último.
Siento que si esto continua me voy a volver loco
Porque es horrible.
Es horrible recordarla de esa forma.
Ni siquiera la vi en sus últimos días de vida cómo para verla en mis sueños de ese modo.
La misma situación se repite en mis pesadillas de hace algunas noches pero con otras personas. Pero no puedo negar que esta ha sido más fuerte de soñar y es claro el por qué
Un rostro difícil de olvidar.
Muy difícil cuándo fue a uno al que me negué decirle muchas cosas.
Me lo he negado muchas veces durante estos años pero en realidad me gustaría verla otra vez..
Y a mis padres.
Y a todos una vez más pero la única manera de hacerlo es simplemente ya no estar aquí.
Mi estómago se retuerce con solo de pensarlo pero realmente ya no aguanto más. Lo he pensado desde hace varios días.
Me siento tan solo.
Parte de mi se sorprende de que he llegado a ese punto.
Hace algunos años atrás ni siquiera se me hubiera ocurrido que mi vida valiera tan poco como para que tomara la vía más fácil.
Siempre fui muy fuerte o eso era lo que yo pensaba.
Si algo iba mal en mi vida, yo salía adelante. No importaba qué fuera.
No importaba qué.
Pero siendo honesto era todo lo contrario. Solo era bueno en esconder lo que realmente sentía.
Así siempre fue.
Lo hice con la muerte de mis padres
Lo hice cuando Anya me dejó por otro hombre.
Lo hice cuando toda mi estabilidad económica se estaba yéndose al caño.
Y lo hice cuando decidí ignorarla ese día.
Ese día.
Ese día que definió nuestros destinos.
Nuestros rumbos de vida cambiaron porque decidí ser egoísta conmigo mismo.
Pero esa parte egoísta siempre ha estado en mí y nunca se irá hasta que yo no esté en este mundo.
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