Capítulo 20: Capítulo 20: ¡Jodiendo al Gran Gran Anciano!
¿Artefacto Sagrado?
Los ojos de Lin Feng se iluminaron.
Había escuchado antes que los Artefactos Sagrados eran más poderosos que los Artefactos comunes.
Cada vez que tengo la opción de mantener un perfil bajo las recompensas son mejores. Probablemente sea por la primera decisión que tome al principio.
Lin Feng pensó en silencio.
Cuando comenzó el Juego de la Vida, eligió cultivar de manera discreta e incluso activó la habilidad de ocultar su nivel de cultivo.
Fue una gran decisión por mi parte.
¡Me gusta!
¡Ahora soy más fuerte que antes!
¡No!
¡Tengo que mantener un perfil bajo hasta que me vuelva invencible!
Lin Feng pensó con alegría.
Quería ser el Gran Maestro poderoso secreto de la Secta Celestial del Loto.
Lin Feng no podía elegir la segunda opción directamente. Tenía que esperar hasta el final de la evaluación.
Emocionado, aceleró hacia el Pico Tian Zhu.
...
En el Pico Tian Zhu.
Docenas de discípulos rodeaban una arena de combate. Mo Fuchou y Mo Zhu también estaban presentes.
Mientras observaban la batalla en el escenario, Mo Fuchou y Mo Zhu estaban perplejos.
Lin Feng parecía estar en un punto muerto con su oponente. La mayor parte del tiempo, se estaba defendiendo y esquivando, claramente en desventaja.
Su oponente, un discípulo del Pico Tian Zhu, estaba emocionado.
¡Encontrar a alguien tan débil en la primera ronda es increíble!
El discípulo del Pico Tian Zhu pensó en silencio para sí mismo mientras liberaba generosamente su energía espiritual, manteniendo incluso una postura elegante durante la batalla.
Lin Feng estaba sufriendo.
Realmente era agotador actuar de esta manera.
Usaba los Pasos Ilusorios del Viento para esquivar, pero aún así tenía que esforzarse para mostrar que su técnica de movimiento no era tan exquisita.
Lin Feng tenia una expresión que intentaba mantener la compostura, aunque por dentro sabía muy bien que estaba actuando. Su oponente lanzaba una serie de ataques rápidos y poderosos, confiando en su superioridad y en la aparente debilidad de Lin Feng.
A cada golpe que recibía, Lin Feng retrocedía torpemente, apenas logrando esquivar con movimientos que parecían carentes de gracia y precisión. El sudor comenzaba a correr por su frente, no por el esfuerzo real, sino por la dificultad de hacer que todo pareciera más difícil de lo que en realidad era.
Los espectadores murmuraban entre ellos, muchos de ellos sorprendidos por lo mal que le iba a Lin Feng. Parecía un novato, alguien que apenas sabía cómo manejarse en combate. Sus pasos eran lentos y sus movimientos, descoordinados. En un momento, tropezó ligeramente mientras intentaba esquivar un golpe, lo que provocó algunas risas en la multitud.
Su oponente, sintiéndose confiado, comenzó a atacar con más fervor, creyendo que estaba a punto de terminar la batalla. Pero Lin Feng, en su intento de lucir patético, continuaba esquivando de manera casi accidental, como si cada movimiento fuera una cuestión de pura suerte y no de habilidad.
En un momento, el discípulo del Pico Tian Zhu lanzó un ataque final, una ráfaga de energía espiritual que cruzó el aire hacia Lin Feng. Este, en un movimiento que parecía casi desesperado, logró evitar el golpe, pero de una manera tan torpe que parecía que se iba a caer de la arena.
El público estaba convencido de que Lin Feng no tenía ninguna posibilidad de ganar. Para ellos, su actuación en la arena era patética, la de un cultivador sin verdadera habilidad o destreza. Y eso era exactamente lo que Lin Feng quería que creyeran.
A medida que el combate se prolongaba, los discípulos que observaban comenzaron a aburrirse y se marcharon uno tras otro, perdiendo el interés en lo que parecía una batalla sin fin ni emoción.
Mo Fuchou y Mo Zhu, sin embargo, permanecieron atentos. Mo Zhu, visiblemente confundida, no pudo evitar preguntar:
"¿No puede ser tan débil, verdad?"
Mo Fuchou, manteniendo la calma, respondió: "Lo está haciendo a propósito."
Justo en ese momento...
Lin Feng, que había estado dando la impresión de ser patético durante todo el combate, de repente utilizó su técnica de la Espada Divina del Dedo Inigualable. Apuntó con su dedo y una ráfaga de Qi de espada atravesó el hombro de su oponente. Aprovechando la sorpresa, Lin Feng se lanzó hacia adelante con los Pasos Ilusorios y de un solo movimiento, derribó a su oponente del escenario.
¡Había terminado!
Los tres diáconos que supervisaban el combate quedaron atónitos.
¿¡EH?!
Sus mentes ya se habían desviado del combate, y no esperaban que terminara de manera tan abrupta.
Lin Feng se inclinó y saludo respetuosamente.
Luego, se dirigió a los tres diáconos debajo de la plataforma para registrar su victoria, dejando a todos los presentes con una mezcla de sorpresa y confusión.
El discípulo de la Cima Tian Zhu se marchó abatido, mientras que los hermanos Mo se acercaron de inmediato.
"Hermano Lin, ¿por qué no ganaste directamente?" preguntó Mo Fuchou. Para él, Lin Feng era el discípulo más talentoso de la Secta Celestial del Loto.
Sin embargo, Lin Feng siempre mantenía un perfil bajo, y nadie más parecía reconocer su verdadero potencial.
Lin Feng negó con la cabeza y sonrió. "Encontré su debilidad al final, entonces actue."
Luego, cambió de tema rápidamente. "¿Cómo has estado últimamente, Señorita Mo?"
Habría sido mejor no mencionar nada, ya que en cuanto lo hizo, Mo Zhu se enfureció.
"Si lo hubiera sabido, te habría escuchado. Fui a la morada de Li Qianlong y, al final, fui perseguida tanto por cultivadores demoníacos como por compañeros discípulos. Finalmente, me vi obligada a saltar por un acantilado. Afortunadamente, un anciano vino en mi ayuda."
Mo Zhu maldijo furiosa.
Lin Feng preguntó, "¿Quién será ese anciano?"
"No lo sé. Se fue después de salvarme. Quizás sea algún experto de la Secta Celestial del Loto."
"Oh."
Con eso, la conversación terminó.
Lin Feng se despidió de los hermanos Mo y se alejó rápidamente.
Mo Zhu miró su figura mientras se alejaba y comentó con tristeza, "Hermano, ¿por qué siento que me está evitando? No quiere hablar conmigo."
Mo Fuchou sonrió y dijo, "Estás siendo demasiado obvia. El Hermano Lin es ascetico. No quiere que su cultivo se vea afectado por el amor."
"¿Qué le queda a la vida si siempre cultiva de esa manera?"—Mo Zhu dijo pensativa
"Cada uno persigue cosas diferentes. Él persigue la inmortalidad y el Gran Dao."—Mo Fuchou dijo asintiendo
"Creo que ustedes dos son del mismo tipo de personas." —Mo Zhu miro a su hermano tras
"No estoy a su nivel."— dijo Mo Fuchou con seriedad.
...
Lin Feng continuó practicando el Sello Expulsador de Demonios de Nueve Dragones una vez que regresó a su cueva.
Solo había usado los Pasos Ilusorios de las Siete Sombras en el combate anterior, por lo que apenas estaba cansado.
En los días siguientes, el mismo patrón se repetía.
Cada combate, Lin Feng solo derrotaba a su oponente después de que todos los espectadores se habían ido. Los oponentes derrotados se sentían demasiado avergonzados como para mencionarlo. Así que Lin Feng continuaba avanzando, pero nadie le prestaba mucha atención.
Sin embargo, el cultivador reencarnado del Reino Mahayana, Zhou Fan, se convirtió en el caballo negro. Continuó ganando hasta llegar al top diez.
Toda la secta interior hablaba de él.
Muchos pensaban que era un sueño querer desafiar al Primer Discípulo del Pico de la Espada por una compañera del dao. No creían que pudiera ganar.
El Primer Discípulo del Pico de la Espada no participó en la evaluación, pero había anunciado que si Zhou Fan lograba entrar en el top tres, aceptaría el desafío.
Este asunto causó un gran revuelo en la secta interna, pero a Lin Feng no le interesaba.
Muy cliche todo esto.—penso Lin Feng
Esa noche.
Lin Feng estaba practicando con el Sello Expulsador de Demonios de Nueve Dragones en su cueva.
No había usado este movimiento en las batallas anteriores. Pero después de practicarlo durante los últimos días, ahora podía manejarlo bastante bien.
Lin Feng podía lanzar este hechizo en un segundo.
La mayoría de los hechizos requerían sellos manuales para activar la técnica, a lo naruto. No eran como las técnicas puramente físicas que no tenían este retraso de hacer sellos con las manos.
Pero con más práctica, llegara el día en que el hechizo lo lanzara al instante.
Whoosh—
El sonido del viento llegó desde fuera de la cueva. Al principio, Lin Feng no le prestó atención.
Pero no mucho después, comenzó a sentirse inexplicablemente inquieto.
Rápidamente dejó de practicar y escaneó los alrededores con su sentido divino.
Lin Feng escaneó el espacio vacío fuera de la cueva, pero no vio a nadie, ni bestias ni pájaros.
Bajo la luz de la luna creciente, el Pico Esmeralda Tranquila se veía extrañamente siniestro.
¿Qué está pasando?
Lin Feng frunció el ceño.
Los árboles afuera no se movían, lo que significaba que no había viento. Pero, ¿por qué seguía escuchando el sonido del viento?
¿Acaso me han poseído?
Un escalofrío le recorrió la espalda.
Después de haber renacido este mundo y tras vivir décadas, esta era la primera vez que se encontraba en una situación como esta.
Y si este mundo tenía demonios y cultivadores, los fantasmas no eran una idea tan descabellada.
Nervioso, Lin Feng contuvo la respiración.
Si realmente se trataba de un fantasma, ¿qué tan fuerte sería si incluso el Hada Xi Xuan no lo había descubierto?
Fantasmas, fantasmas, iros de aqui por favor... Fantasmas, fantasmas, por favor vayanse...
Lin Feng comenzó a recitar para sí mismo, esperando que la sensación extraña desapareciera.
En ese momento...
De repente, Lin Feng vio cómo se filtraban a la cueva hebras de una oscura aura a través de las grietas en la puerta de piedra.
¡Mierda!
¡Un fantasma negro!
Sin pensarlo dos veces, Lin Feng levantó la mano y ejecutó el Sello Expulsador de Demonios de los Nueve Dragones.
Un sello de jade dorado voló directamente hacia el aura negra. Este sello de jade dorado, incrustado con nueve dragones, irradiaba un poder divino y dominante. Dispersó el gas negro al instante y desapareció en el aire.
Lin Feng frunció el ceño.
Sintió una poderosa fuerza de expulsión.
Lógicamente, el Sello Expulsador de Demonios de los Nueve Dragones debería haber seguido adelante, derribando la puerta de piedra.
Concentró su mirada y vio que el aura negra antes dispersa por el comenzaba a condensarse nuevamente.
Rápidamente, Lin Feng se acercó y volvió a usar el Sello Expulsador de Demonios de los Nueve Dragones.
Boom—
¡No es suficiente! ¡Otra vez!
Boom—
Boom—
Lin Feng se paró frente a la neblina negra y golpeó repetidamente con sus palmas, creando un gran agujero en el suelo. La pared de la cueva a su lado también se agrietó.
Esto aún estaba bajo su precisó control. De lo contrario, podría haber destruido y derrumbado toda la cueva con un solo golpe de su palma.
"¡Espera! ¡Detente! ¡Detente!"
Se detuvo tras oir un lamento.
Lin Feng frunció el ceño y miró hacia abajo a la neblina negra.
"¡Soy un Gran Anciano de la Secta Celestial del Loto! ¡¿Cómo te atreves, como discípulo, a atacarme así?!"
La neblina negra rugió con furia, dejando a Lin Feng atónito.
¿Gran Anciano?
La neblina negra rápidamente se condensó en forma humana. Era muy pequeña, solo medía medio metro de altura.
Esta persona estaba demacrada y vestía una gran túnica blanca. Con la cabeza llena de cabello blanco, lo estaba mirando enfadado.
Lin Feng dijo con impotencia: "Gran Anciano, ¿qué estás intentando hacer colándote en mi cueva de noche?"
El Gran Anciano respondió malhumorado: "Solo estoy practicando una tecnica divina. Mi espíritu primordial ha dejado mi cuerpo. Cuando escuché el sonido proveniente de tu cueva, no pude evitar entrar por curiosidad."
Aunque le echaba la bronca, en realidad estaba sorprendido por dentro.
¿Qué clase de hechizo era ese?
¡Casi me mata!
¡La energía espiritual de ese hechizo se siente como la de un quinto nivel del Reino del Núcleo Dorado!
¿Los discipulos internos de la Secta Celestial del Loto ya se han vuelto tan fuertes? —penso el Gran Gran Anciano
Estado de energía semanal
-- Ranking de
Poder 
-- Piedra de
Poder