—Hera despertó de su siesta pacífica, pero mantuvo los ojos cerrados. Alguien la empujó suavemente varias veces mientras llamaba su nombre, su voz tan tierna y melodiosa que solo profundizó su sensación de comodidad.
Luchando por abrir los ojos, Hera oyó una suave risita a su lado, como el susurro de una brisa gentil a través de las hojas del árbol. Su ligereza reflejaba la tranquilidad del entorno, ofreciendo un efecto calmante y curativo.
Tomó profundas respiraciones y estiró sus extremidades después de una siesta satisfactoria, sus labios formando una pequeña sonrisa al escuchar la suave risita a su lado. Pero espera, '¿a su lado'? Fue solo entonces cuando su cuerpo se activó, dándose cuenta de que alguien estaba sentado a su lado.
Sus ojos se abrieron de golpe, giró la cabeza hacia el lado para encontrar a Xavier cómodamente sentado a su lado, luciendo una sonrisa afectuosa. Si no supiera mejor, podría haber pensado que Xavier estaba enamorado de ella o algo así.