Hubo un silencio durante unos segundos. Aparentemente, Susan no esperaba que el plan cambiara. —Esta pequeña perra siempre va en contra mía —murmuró Susan, apretando los dientes.
Ella se atrevió a secuestrar a Donna, pero Savannah...
Después de todo, detrás de Savannah, está Dylan.
Si realmente enfurecía a Dylan, las consecuencias serían inimaginables.
Pensando en su pobre hijo y en las duras palabras que Dylan dejó en la conferencia de prensa la última vez, Susan se estremeció. Estaba a punto de decirle al hombre tatuado que arrojara a Savannah en un suburbio desierto cuando el hombre comenzó a hablar de nuevo. —Por cierto...
—¿Qué pasa?
El hombre le contó a Susan sobre la conversación entre Savannah y Donna en la cafetería.
Siguieron a Donna durante todo un día para encontrar un momento para actuar, y la observaron todo el tiempo y escucharon a las dos hablando.
Susan se sorprendió con la noticia. ¿Entonces eso fue realmente organizado por Savannah?