—¿Dónde estabas?
Hazel estaba de pie en medio de la sala cuando Leo entró. Sus ojos lo miraban insistentemente mientras cruzaba los brazos delante de ella. Los pasos de Leo vacilaron cuando la vio.
—Hazel, estaba en casa de unos amigos —tragó saliva, podía ver la mirada de traición en sus ojos y la forma en que mordía su labio le hizo saber que ella sabía quién era el 'amigo' pero no quería decirlo, temiendo que fuera cierto.
Se quedaron quietos mirándose el uno al otro por un rato y luego Hazel respiró; —Vine anoche y no estabas en casa, te he estado llamando desde entonces y no contestabas mis llamadas —tragó saliva, mirándolo como esperando una explicación.
Leo exhaló frustrado, deseaba poder retroceder el tiempo; no le habría mentido en primer lugar.
—Hazel, necesitamos hablar —los ojos de Hazel escudriñaron su expresión y la mirada en su rostro le indicó que lo que estaba a punto de decir no era nada bueno. Lo observó caminar hacia el sofá en la sala y sentarse,
—Hazel...