Capital Hotel.
Meng Zhi miraba en incredulidad a Su Ci, quien estaba vívidamente de pie frente a él. Abrumado por la emoción, extendió sus brazos para abrazarlo.
—Hermano, sigues vivo. Temía que hubieras perecido en aquel incidente del crucero...
Lágrimas brillaban en los ojos de Meng Zhi, su voz ahogada por la emoción mientras hablaba.
Gu Dai miró a Meng Zhi, su rostro se iluminó con una sonrisa.
—Tercer Hermano, no estés triste. ¿No está aquí Su Ci, sano y salvo?
Meng Zhi asintió vigorosamente, murmurando afirmaciones para sí mismo.
Sin embargo, fue solo durante la comida que Meng Zhi recordó un detalle que había pasado por alto. Alzó la cabeza para preguntar a Gu Dai:
—Daidai, ¿sabías todo este tiempo que Su Ci estaba vivo? No te molestes en negarlo, ¡sé que lo sabías!
Gu Dai se aclaró la garganta, girando levemente la cabeza.
—Solo me enteré unos días antes que tú.
Su Ci asintió, hablando suavemente,