—¿Qué? ¡No es Song Ling! —Con esa exclamación, todas las miradas se volcaron hacia la gran pantalla.
El hombre entrelazado con Jiang Yue en efecto no era Song Ling, sino el director de escena Sun Lin—un hombre de baja estatura con un rostro redondo y rechoncho, y su cuerpo redondo lleno de grasa.
La vista del corpulento cuerpo de Sun Lin hizo que muchos se contuvieran de arcadas. Sin embargo, allí estaba Jiang Yue, pareciendo disfrutar de su tacto, con sus manos paseando sobre él. Con un tono coqueto, preguntó:
—Director Sun, ¿podría darle el papel principal en la nueva obra a Yueyue?
Sun Lin soltó una risa pervertida, tirando del escaso vestido de Jiang Yue. Sin embargo, su voz parecía estar llena de incertidumbre:
—La selección de la actriz principal no depende de mí, y la chica elegida es bastante adecuada para el papel.
Entendiendo lo que insinuaba Sun Lin, la voz de Jiang Yue se suavizó aún más mientras alcanzaba más abajo: