La forma en que Dong Ling abría y cerraba la boca consiguió atraer la atención de Tan Si, que estaba descansando entre clases.
Tan Si lanzó una mirada de reojo hacia Dong Ling y frunció ligeramente el ceño. —Si tienes algo que decir, dilo. ¿Por qué estás dudando?
Dong Ling colocó el teléfono detrás de su espalda y miró a Tan Si. —Hermana Si, tienes que calmarte cuando escuches esta noticia. Tianqi acaba de publicar un anuncio promocional para el nuevo portavoz nacional.
A Tan Si no le molestó tomar su teléfono. Extendió su mano izquierda hacia Dong Ling y dijo indignada —Dame tu teléfono. ¡Quiero ver quién es este portavoz nacional!
Dong Ling entregó el teléfono que Tan Si ya había tirado dos veces antes con una expresión reacia. Tan Si observó los movimientos lentos de Dong Ling y lo arrebató impaciente. —¿A quién le importa un teléfono roto? Ni siquiera puedo echarle unas miradas. ¡Qué mezquindad!