Capítulo 10: Emboscada (Parte 1)
Kaito había llegado a casa cabizbajo, apenas arrastrando sus pertenencias y los pies por el suelo, hecho que no pasó desapercibido por su madre.
-Kaito... -dijo ella preocupada. -¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara?
Kaito no pudo contener el llanto. Había pasado por la desdicha de ver irse a su padre una vez más, pero sabía que no podía contárselo a su mamá. ¿Cómo le iba a creer? Ni siquiera él entendía lo que estaba pasando para que pudiera explicárselo a su madre. Aquella señora sabía que algo pasaba, pero su instinto de madre le decía que no debía preguntar, solo dar confort a su único hijo.
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Mientras tanto Karen y Hayato coincidentemente iban por el mismo camino. Ambos estaban pensativos tras lo ocurrido, aunque cada uno pensaba en otra cosa.
-Oye, Karen... -preguntó Hayato. -¿Cómo fue que conociste a Ryuusei y al doctor Ichihara?
Karen lo pensó por un tiempo, como decidiendo si debía hablar al respecto o no, hasta que finalmente lo hizo:
-Fue cuando un trabajador de Maruyama se hizo pasar como director de la secundaria donde estudio. -le dijo. -Fue él el que me dio la pista para poder sacarlo de ahí cuando intentó cerrar el club de Kite Wars.
-Estaba pensando en eso... -le comentó Hayato. -Es tan extraño que después de casi 15 años se aparezca como un completo desconocido y al lado de una eminencia como lo es el doctor Ichihara... Me parece difícil de creer que ambos sean amigos y a la vez están escondiéndose de la vista del público, conozcan los planes de Maruyama de acabar con las Kite Wars y sean tan reservados sobre sus vidas.
Karen se quedó pensando, como si tuviera la respuesta para ello, pero como si buscara la forma de decir solo lo que tenía permitido decir. Acto seguido aceleró sus pasos y se puso frente a Hayato.
-Eres muy perspicaz. -le comentó Karen. -Pero a la vez haces muchas preguntas incómodas. Las respuestas las conozco, pero no puedo decírtelas pues no soy la persona indicada para ello. Lo único que puedo decirte es que Ryuusei te las podrá responder cuando esté listo.
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-¡¿Qué te pasó, Kaito?! -gritó Ai asustada al ver la cara de Kaito decaída y ojerosa, como si no hubiera podido dormir en toda la noche.
-Ai... -respondió Kaito todavía desperezado. -No dejé de pensar en mi padre...
-Tenemos que ser fuertes, Kaito. -le dijo Hayato. -Es lo que tu padre hubiera querido.
Se habían reunido una hora antes de la hora de clases fuera de la Kite Shop a la que frecuentaban, tal y como Karen les había mencionado por correo. Unos segundos después Karen apareció con una llave en la mano y les dijo:
-Uno por uno síganme.
Kaito fue primero, luego Ai y por último Hayato, quienes fueron conducidos por Karen a la bodega de la Kite Shop. Uno a uno entraron, como si se tratara de un ritual de una secta oculta.
-Qué bueno que llegaron a la cita que Karen les hizo. -respondió Ryuusei mientras acomodaba unas cajas en una de las mesas desocupadas del taller.
-La razón por la que los reuní de esa manera es porque no podemos permitir que Maruyama sepa sobre nuestros planes. -respondió Karen.
-¿Planes? -preguntó Ai.
-Sí. -dijo Karen de nuevo. -El Dark Kiter lanzó una petición de revancha contra nosotros. Esta es la oportunidad de entrar a las oficinas de Maruyama y salvar al doctor Ichihara mientras alguno de nosotros tiene un duelo de cometas con el Dark Kiter.
-¿Pueden empezar desde cero? -preguntó Hayato algo confundido.
-Sí. -dijo Ryuusei. -Sabemos dónde está el padre de Kaito, todo gracias a un rastreador que el doctor Ichihara tiene disfrazado de pin en su ropa. Ahora entenderán que el plan del doctor Ichihara siempre fue regresar a las entrañas de Maruyama Electronics para hacer el plan de emboscada.
-¿Y dónde está él? -preguntó Kaito.
-En uno de los pisos subterráneos de la oficina de investigación de Maruyama Electronics. -dijo Ryuusei, acto seguido desplegó un mapa de la zona y con un apuntador láser señalaba una zona en específico del barrio industrial.
-El Dark Kiter lanzó la petición de duelo para mañana al mediodía. -dijo Karen. -Por lo que Kaito, Ai y yo podemos entrar directamente a sus oficinas y retarlo.
-¿El Dark Kiter quiere pelear contra nosotros? -preguntó Kaito. -¿Por qué?
-No lo sé. -respondió Karen. -Pero es importante que podremos acceder directamente a él, justamente en ese edificio de investigación.
-¿Y qué hago yo? -preguntó Hayato.
-Ai me comentó que eres un experto en computadoras. -le dijo Karen. -Tu deber será acompañar a Ryuusei y modificar unos parámetros de las cámaras de vigilancia de las oficinas de Maruyama, y a la vez ayudarlo a salvar al doctor Ichihara.
-¿Y como para qué o qué? -preguntó de nuevo Hayato. -No soy un hacker experto...
-Es fácil cuando la contraseña de su red inalámbrica es "mueranlaskitewars". -le dijo Ryuusei.
-Entiendo que nosotros podremos entrar directamente con el Dark Kiter. -respondió Kaito. -Pero ¿cómo entrarán ustedes dos sin ser vistos?
-Todo está planeado. -les dijo Karen mientras desplegaba un volante con una invitación de puertas abiertas a sus oficinas a todo público. -Justo a esa hora se desarrollará un evento a puertas abiertas donde Maruyama Electronics piensa mostrar sus nuevos desarrollos al público en general.
-Hayato y yo podemos disfrazarnos de cualquier otro civil e ingresar a la sala de conferencias. -respondió Ryuusei. -Mientras ustedes distraen al Dark Kiter, nosotros hacemos lo nuestro. Es importante que lo que hablamos aquí no salga de esta habitación.
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-Y no pude preguntarle nada. -respondió Hayato un tanto molesto. Karen caminaba justo a su lado como el día de ayer.
-¿Preguntarle qué cosa? -dijo Karen.
-¿No te acuerdas lo que platicamos ayer?
-Sí, pero sigo sin entender el afán de ir más allá de lo que deberías.
-¿De lo que debería? ¿Acaso es algo malo lo que quiero saber?
-No. -le dijo de nuevo Karen. -Pero debes saber que muchas veces las personas en que confías pueden equivocarse en sus caminos. No quiero justificar lo que hizo Ryuusei en el pasado, pero ahora lo importante es rescatar al doctor Ichihara. Estoy segura de que si es necesario, les contará la historia completa a Kaito, a Ai y a ti.
-Supongo que no sirve seguir investigando...
-Por ahora no.
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Se estaba celebrando una gran fiesta en la entrada del Centro de Convenciones Maruyama. Se podían leer por todo el lugar pancartas como "el evento del siglo", "el resurgir de Maruyama", "lo último en tecnología", pancartas que decían mucho y a la vez nada. Tan vagas como la expectativa misma. Ahí se encontraba reunido público invitado, periodistas y una gran multitud que esperaba con ganas ver lo que estaba pasando.
-Ya te estabas tardando, Hideki. -dijo un señor frente a un niño que corría como buscando a alguien.
-¿Me habla a mí? -preguntó ese niño.
-Claro que sí, ni modos que le diga a todo el mundo que estamos aquí para emboscar a...
-¡Está bien! ¡Está bien! -gritó "Hideki". -Ya capté. Y usted es...
-Nagare... -respondió el señor. -Nagare Boshi.
En realidad, ambos sujetos eran Hayato y Ryuusei, vestidos como invitados a la conferencia de prensa de Maruyama Electronics.
-No te apartes de mí ni un segundo. -dijo aquel hombre que llevaba una chaqueta color café, barba y una cámara al cuello. -Te daré la señal, mientras tanto actúa normal, como si fueras mi asistente. ¿Qué te parece si tomas uno de esos vasos con café y nos dirigimos a la entrada? Ya empezará la conferencia.
Ryuusei y Hayato ingresaron a la sala de conferencias del recinto. Era un estadio amueblado de puras sillas ocupadas por la prensa y por curiosos que llegaban a sentarse para esperar el tan ansiado anuncio que realizaría el presidente Maruyama.
-¡Esto está totalmente lleno! -dijo Hayato en voz alta.
-Disculpe... -preguntó amablemente una señorita en la entrada de la sala. -¿Sus apellidos?
-Boshi... -respondió Ryuusei.
-Aragawa... -dijo Hayato.
-Bien... -dijo la señorita mientras revisaba su lista de invitados. -Nagare Boshi y Hideki Aragawa. -Pasen, sus asientos se encuentran en la fila E.
-¿Fila E? -preguntó Hayato.
-Es la fila para reporteros. -dijo la señorita amablemente.
Hayato y Ryuusei caminaron con mucho cuidado entre los presentes quienes todavía no tomaban asiento, y se dirigieron hacia la fila E, donde los únicos dos asientos disponibles eran exclusivamente para ellos.
-Tenemos muy buena vista. -respondió Ryuusei. -¿Tienes el plan memorizado?
-Memorizado y ensayado, Nagare. -respondió Hayato. -¿Debería entrar a la página?
-No. - respondió Ryuusei. -Solo conéctate a su red. Cuando sea el momento te daré la señal. Recuerda, debes apuntar a la cámara 12.
-Sí, señor.
En ese instante, las luces se apagaron. Señal de que todos los invitados debían tomar sus asientos. En ese instante las luces del escenario se prendieron para darle la bienvenida a Haruto Maruyama. Tenía una mirada sombría, pero disimulada de mala gana para el evento.
-Vaya, no recordaba así a Maruyama. -dijo Ryuusei por lo bajo. Esa sentencia le hizo sospechar un poco a Hayato puesto que apenas conocía al hombre que se sentaba a su lado.
En ese momento, Maruyama subió al estrado, se colocó en el atril y comenzó a hablar.
-Buenos días, señores periodistas, gente del público e inversionistas. -recitaba Maruyama, como si se tratara de un guion mal ensayado. -Me alegra ver este escenario lleno de gente que todavía cree en mis contribuciones al mundo, muy a pesar de que algunos otros hayan querido ensuciarme. A todos ellos les digo: "Fúmense esta". A todos los demás, les invito a que presencien el nuevo desarrollo de Maruyama. ¿Tiene que ver con las Kite Wars? Sí. Queremos ingresar nuevamente al negocio de los cometas, elevándolo a un estatus fuera de un juguete para niños. Queremos...
-Así que se trataba de eso... -respondió Ryuusei en voz baja.
-La señal... -dijo Hayato.
-Oh cierto. -le dijo Ryuusei. -Hazlo ahora, recuerda, es la cámara 12.
-Voy. -dijo Hayato.
Acto seguido, Hayato comenzó a ingresar a un extraño sitio web. Parecía ser el que monitoreaba la pantalla principal de la sala de conferencias. ¿Por qué razón le dijo Ryuusei que apuntara específicamente a la cámara 12? Era difícil saber, pero seguramente pronto lo descubriría, al igual que todos los presentes.
-Pero no dejen que mis palabras los guíen. -seguía hablando Maruyama, como si se tratara de uno de esos viejos merolicos que vendían pócimas y medicinas mágicas de pueblo en pueblo. -En la pantalla de atrás podrán ver que es el invento que revolucionará las Kite Wars. ¡Contemplen esto!
Justo entonces prendió la pantalla que se encontraba a sus espaldas, pero cometió el error de no darse cuenta de lo que se proyectaba en la misma, puesto que comenzó a hablar de inmediato.
-El Kite Core 2.0. -siguió hablando Maruyama. -El Kite Core 2.0 permitirá que el cometa pueda emparejarse con un único usuario, además tendrá compatibilidad con redes 4 y 5G...
Ni siquiera se percató de la sorpresa del público presente, que empezaron a murmurar, a poner gestos de sorpresa y desagrado. Maruyama no entendía qué era lo que pasaba, hasta que se dio vuelta a la pantalla. Las imágenes eran las provenientes de la cámara 12, la del sótano-prisión donde tenía encerrado a un famélico doctor Ichihara.
-¿Qué es eso? -gritó una mujer presente entre los invitados especiales.
Maruyama, intentando aplacar al público, trató de desviar la atención de la pantalla.
-¡Se parece al doctor Kenta Ichihara! -dijo uno de los inversionistas. -¡El desarrollador del sistema de cometas!
-Les juro que es una película de mal gusto. -respondió Maruyama. -Es solo una recreación, no está pasando ningún tipo de secuestro.
-¿Secuestro? -preguntó uno de los reporteros, quien no dejaba de tomar fotos.
-Lo que sigue, Hideki. -dijo Ryuusei.
-Voy. -dijo Hayato tecleando rápidamente en su tableta.
En ese instante un mensaje comenzó a desplegarse debajo del video de vigilancia que decía: "Esto no es una broma, el doctor Ichihara se encuentra secuestrado en este recinto. Llamen a las autoridades inmediatamente".
-Desconéctate de inmediato. -dijo Ryuusei. -No quiero que nos descubran.
-Entendido. -respondió Hayato, apagando su Tablet inmediatamente.
Todos los presentes comenzaron a ponerse nerviosos tras lo que veían en el monitor de la sala de juntas. Ryuusei y Hayato aprovecharon la situación para salir junto con el resto del público que estaba siendo retirado por personal de Maruyama.
-¡Saliendo todos! -gritó uno de sus esbirros.
-¡La función terminó! No hay anda que ver aquí.
Como la concentración de público era mucha, nadie notó cuando Ryuusei y Hayato se separaron del público y tomaron un pequeño pasillo imperceptible a la vista de muchos, pero cuyos cuerpos fácilmente cabían ahí. Ellos dos avanzaron hasta que el pasillo comenzó a ensancharse, la luz comenzó a filtrarse por los pequeños agujeros de las ventilas y finalmente pudieron volver a verse los rostros.
-Bien, logramos la primera fase. -respondió Ryuusei.
-Lo veo... -dijo Hayato, Este volteó a ver a Ryuusei quien se encontraba detrás de él y se sorprendió al ver que "Nagare Boshi" se había transformado casi de inmediato en el Justice Kiter. -¿Cómo te cambiaste de disfraz tan rápido?
-Llevo años perfeccionando esta técnica. -respondió el Justice Kiter sin dar más detalles.
Hayato solo calló unos segundos hasta que, en un arrebato, se detuvo casi de inmediato.
-¿Dónde estuviste estos 15 años? -preguntó.
-¿A qué viene esa pregunta? -comentó Ryuusei.
-No me trago ese cuento de que solo desapareciste y mágicamente reapareces junto con el padre de Kaito, con una historia donde dices que lo rescataste de un secuestro. -comentó Hayato. -Es simplemente difícil de creer.
-Es cierto que no les he contado toda la verdad. -dijo Ryuusei bajando la voz, como si de un tono melancólico se tratase. -Solo puedo decirte que cometí errores, creí en aquel que fue mi tutor durante tantos años para que me diera cuenta de que solo me usó como su peón en su maquiavélico juego de ajedrez. Y fue el doctor Ichihara quien me abrió los ojos, por eso estoy en deuda eterna con él.
-¿Quién era ese tutor? -preguntó nuevamente Hayato.
-Eres muy investigador. -le dijo Ryuusei. -Pero eso no es lo importante ahora, debemos sacar al doctor Ichihara de esa prisión.
-Esa respuesta no me convence. -le reprochó Hayato en un tono despectivo.
-El padre de tu mejor amigo está enfermo en esa celda, tal y como lo viste en la sala de convenciones. -rugió Ryuusei, molesto de tantas preguntas. -Si quieres que te responda todas tus dudas, sí, lo haré, pero ese tiempo perdido pudimos haberlo invertido en sacar al doctor Ichihara cuanto antes de esa celda para que reciba atención médica. Así que si no quieres cargar en tu conciencia una posible muerte, entonces avanza de una vez y deja de portarte como un chiquillo.
Hayato quedó estupefacto al escuchar la respuesta de su acompañante. Sabía que Ryuusei escondía algo, pero por otro lado Ryuusei tenía razón: el tiempo era valioso y no podían perderlo discutiendo mientras el padre de Kaito estaba casi agonizando en esa prisión. Sabía que Kaito y los demás estaban peleando contra el Dark Kiter en ese momento, y no podía quedar mal frente a ellos. Siguieron caminando hasta ver una luz al final: llegaron a la salida. Para bien o para mal, se habían topado con el pasillo principal de celdas, la cual tenía un pequeño carrito para transportar cosas. Justo frente a ellos estaba la celda del doctor Ichihara. Este se encontraba casi inconsciente, puesto que ni siquiera reaccionó ante la llegada de Hayato y de Ryuusei.
-¿Qué clase de persona haría esto? -preguntó Hayato a punto del susto al ver al doctor Ichihara en tan precarias condiciones. -¿Tener una prisión privada? ¿Acaso es legal?
-No lo es. -respondió Ryuusei. -Y mucho menos tener secuestrado a una persona. Pero eso es algo que a Maruyama no le importa.
-Y a ti tampoco debería importarte, Justice Kiter. -respondió una voz femenina que se escondía detrás del carrito. De ahí, tres figuras salieron: la mencionada mujer y dos sujetos más que llevaban cometas en sus manos.
-Maruyama está furioso contigo, destrozaste su confianza. -dijo uno de ellos.
-El victimario haciéndose la víctima, típico de Maruyama. -respondió Ryuusei mientras soltaba una pequeña risa burlona. -Además dos contra tres no es nada justo.
-¿Dos contra tres? -preguntó Hayato. -¿Acaso yo...?
-Sí. -respondió Ryuusei. -Tú pelearás junto a mí.
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