```
El rey entró en la sala con su gamma real, seguido por los guerreros personales del rey. Llevaba su máscara dorada como de costumbre.
En cuanto el rey entró, todo murmullo de queja cesó, parecían sorprendidos y bajaron sus cabezas, pero al rey no le importó nada de eso.
—¡Traigan a los traidores! —dijo el rey, su voz retumbó en la habitación y cuatro guardias arrastraron de inmediato a los cuatro traidores que serían juzgados ese día.
Sin embargo, mientras el rey caminaba hacia el podio, asintió hacia el Anciano Max. —He dicho que el Anciano Max puede unirse al traidor por lo que dijo antes.
—¡De ninguna manera! ¡No puedes hacer eso! —El Anciano Max estaba furioso, pero se podía ver el miedo en sus ojos cuando habló. Miró a los guerreros personales del rey, quienes se acercaron a él, listos para llevárselo.