—Punto de vista de Asher Frostblade.
Asher entonces lo entendió.
Sin embargo, su suposición de cómo darle forma al maná aún no estaba del todo correcta.
Sin embargo, quizás funcione.
Entonces cerró los ojos.
El método que tiene en mente es hacer que el mismo maná tome una forma.
No es cualquier forma; Asher pensó en una forma simple.
"Una lanza."
Sin embargo, aunque tenga en la cabeza el diseño y la imaginación de la lanza, darle forma al maná no es lo mismo que la creación de armas de maná.
Darle forma al maná es diferente; sin embargo, ¿qué pasa si se le enseña al mismo maná una forma?
Sin embargo, ¿es acaso posible enseñarle al mismo maná?
No es un ser o algo que tenga conciencia; es simplemente una fuente de poder absoluto que controla todas las leyes del universo.
Sin embargo, Asher entonces pensó.
De alguna manera, si él pudiera intentar ser uno con el maná y de alguna manera entrar en un estado que nadie jamás había pensado antes.
Y ese estado es entrar al lugar de donde el maná viene.
Asher, por supuesto, pensó en eso como algo muy absurdo; sin embargo, ¿qué pasa si realmente existe un lugar dentro de cada ser vivo donde el maná vive?
Ese sería el circuito mágico; sin embargo, eso es solamente una forma para que el maná corra libremente por todo el cuerpo.
Asher se refiere a algo como entrar a un reino completamente separado de la misma realidad.
"Un mundo de conciencia."
Sin embargo, este fue el nombre que Asher le dio.
El mundo de la conciencia.
Un lugar donde vive su propio maná y el mismo maná vive en ese mundo.
Sin embargo, la verdadera pregunta es...
¿Cómo entrar a ese lugar?
Asher tuvo una idea.
Fue entonces que la aplicó; sin embargo, es posible que su agotamiento mental caiga drásticamente.
Pero vale la pena intentarlo.
Entonces concentró su maná y mantuvo los ojos cerrados.
La idea es seguir al maná e intentar entrar por donde el maná entra.
Pero, por supuesto, todo esto era una suposición; nada de lo que Asher está pensando podría ser simplemente nada.
Sin embargo, también es posible que exista algo más allá de la mente.
Un lugar donde el maná vive dentro de alguna parte de él.
Fue entonces que Asher continuó siguiendo al maná como si estuviera caminando en una dirección determinada.
Seguía un hilo de maná que corría hacia lo más profundo dentro de su conciencia.
Sin embargo, esto continuó así.
"Entonces no hay nada."
Asher aún no se rindió, pero por el tiempo que llevaba siguiendo este hilo de maná, se sentía como una eternidad.
Seguía y seguía caminando en la oscuridad, y lo único que veía era un hilo largo que parecía llegar a un lugar, pero Asher no sabía hacia dónde estaba caminando.
¿Acaso estaría llegando al supuesto reino que él estuvo pensando o simplemente llegaría a un vacío oscuro donde el maná simplemente se está acomodando y no encontraría nada?
Pero Asher persistió.
Era una idea, pero era como si el hilo de maná que seguía estuviera a punto de llegar a un lugar.
Sin embargo, aún no había nada.
Tap, tap.
De pronto, sus pasos empezaron a tener un eco.
Era como si estuviera caminando en un lugar silencioso dentro de una cueva con la capacidad de generar eco.
Tap, tap.
Cada vez sus pasos eran más ruidosos.
Asher sintió que su cuerpo se tensaba y se sentía diferente; un cosquilleo llegó a todos lados de su cuerpo.
Luego, una sensación de ardor como si estuviera llegando a un lugar caliente.
Sin embargo, cambió nuevamente; ahora hacía frío.
"¿Acaso me estoy acercando?"
La idea de estar más cerca del mundo de la conciencia que él mismo acaba de pensar en la existencia de este lugar hizo que lentamente se alegrara.
Asher estaba cerca de descubrir un mundo más allá de lo desconocido, y sin embargo, su único objetivo por el que estaba caminando y siguiendo el hilo de maná era solamente darle una forma, la que él deseara darle al maná.
Sin embargo, era diferente a como él pensaba; darle masa al maná fue difícil. Ahora, el último paso era darle forma al maná sin usar hechizos, y por supuesto, esto era imposible para los humanos a excepción de las adas.
Sin embargo, Asher quería romper esta regla; Asher quería avanzar a un nuevo nivel de maná.
Y este paso era darle forma al maná y tener un control más que absoluto sobre el maná, un manejo del maná y la capacidad de usar el maná sin la necesidad de usar hechizos.
Sin embargo, era difícil.
Tap...
Entonces sus pasos de pronto dejaron de resonar.
"¿Qué sucede?"
Asher se preguntó.
"Aún no hay nada, ¿qué sucede con el ruido de mis pasos?"
Pero no tenía ninguna idea.
En este momento, todo a su alrededor era oscuro y a su lado estaba el hilo de maná que se extendía a lo lejos y no parecía tener un final.
Asher continuó, aunque de pronto sus pasos ya no se escucharon, él siguió y caminó sin darse por vencido.
Sea lo que sea que esté al final del hilo de maná, podría descubrir algo que realmente fuera imposible de explicar.
Sin embargo, aún parecía estar lejos.
Entonces, Asher continuó.
Lentamente debía de sentir algo; no sintió su cuerpo y menos sus pasos.
Parecía como si él estuviera vagando en lo lejos de un lugar desconocido donde se estaba perdiendo a sí mismo.
Pero justamente en ese instante, Asher miró una luz púrpura.
Era tenue y casi sin brillo; sin embargo, ahí estaba.
A lo lejos, la luz púrpura se podía visualizar, sin embargo, era tan pequeña que casi no se podía mirar a simple vista.
"Ese es el final", pensó Asher.
"Estoy cerca."
Él estaba cerca.
Tan cerca que podía decir que en cualquier momento llegaría al reino que estaba buscando, el mundo de la conciencia, el lugar donde su propio maná vive como un ser vivo.
Asher estaba cerca y fue entonces que lo vio.
"Una puerta."
Era una puerta negra, simple, sin ningún detalle irrelevante o algo sorprendente.
Simplemente una puerta común y corriente de color negro con una manija para abrirla.
Fue entonces que Asher logró verla de cerca.
Finalmente, la luz púrpura era intensa; provenía del otro lado de la puerta.
Crujir.
Entonces, Asher giró la manija de la puerta y lentamente empezó a abrirla.
Fue entonces que la luz se intensificó y dejó ciegos los ojos de Asher; no vio nada y, sin embargo, pronto la luz desapareció y se encontraba en un lugar blanco. El maná oscuro y rayos púrpuras corrían por todas partes.
Un lugar inmenso, un lugar donde no parecía tener fin alguno.
Él caminó, se adelantó más allá de la puerta y, de pronto, Asher dejó de ver algo.
Su visión se oscureció; sin embargo, Asher no entendía nada de lo que estaba pasando.
¿Era este el mundo de la conciencia?
El lugar donde el maná vive.
Sin embargo, era como una segunda sala de su conciencia; antes era oscuro y ahora es blanco, sin nada más que su mismo maná corriendo por todas partes.
Pero su visión se había oscurecido, como si algo no quisiera que él estuviera ahí.
***
—Cambio de escena.
—Punto de vista de Encrid Frostblade.
Encrid miró a Asher.
Estaba sentado en el suelo con los ojos cerrados, en una postura de meditación.
Encrid pensó que Asher estaba visualizando las habilidades que Elizabeth le enseñó.
"La mejor manera de aprender las habilidades es mediante la conciencia."
Replicar cada movimiento y repetirlo constantemente dentro de la conciencia.
Aunque es un lugar oscuro, es capaz de crear una forma de replicar lo visto, un lugar perfecto para copiar habilidades que solamente has visto algunas veces.
Encrid usó esta táctica para copiar y crear sus habilidades.
"Aunque es difícil de lograrlo."
No es fácil, es más difícil de lo que uno se puede imaginar.
Sin embargo, Encrid no es del tipo de personas que no logra este método.
Él simplemente lo hacía a su propia voluntad; era como si él estuviera hecho para entrenar dentro de la conciencia.
Muy pocos lograron esto, entre ellos Isabella fue una de las que logró crear y aumentar su poder mediante el uso de la conciencia.
Era difícil para ella, pero fue una de las pocas que logró usarlo.
"¿Cuánto tiempo crees que le tomará dominar las habilidades?", preguntó Elizabeth.
"Mmm, tal vez en unos minutos."
"…"
Sin embargo, Elizabeth miró a Asher con el rostro sorprendido.
Era realmente así; sus palabras eran ciertas.
Elizabeth, a pesar de ver que Asher logró replicar a la perfección sus habilidades, sabía que aún no las dominaba.
Dominar una habilidad es una historia diferente a simplemente aprenderla.
Sin embargo, dominar una habilidad toma mucho tiempo; no importa cuán talentoso seas, dominar las habilidades es diferente de aprenderlas.
"Aun así… Si realmente domina esas habilidades, entonces me quedaré con el contrato."
"¿Hablas en serio?"
"Ya lo decidí; un humano que incluso puede darle masa al mismo maná, que puede aprender cualquier habilidad en cuestión de segundos, y si domina las habilidades en unos minutos, entonces merece que yo esté a su lado."
Sin embargo, aún faltaba ver los resultados.
Si Asher dominaba las habilidades que Elizabeth le enseñó, entonces su contrato sería permanente.
Sin importar lo que suceda, su contrato no sería anulado.
"Bien, eso es cosa tuya. Incluso cuando tuve un contrato contigo, no pudo ser un contrato permanente."
"Lo iba a hacer."
"…"
Encrid miró a Elizabeth, su rostro se mostró sorprendido.
"¿Hablas en serio?"
"Sí, pero cuando moriste, el contrato que teníamos se rompió; una vez que el contratista muere, el contrato es anulado."
"Entonces, ¿por qué no lo hiciste mucho antes?"
"Eso es porque estabas en medio de la guerra con los dioses, y si morías, entonces no habría un contrato permanente."
Eso tenía sentido.
Después de todo, Encrid murió poco después de que la guerra con los siete dioses terminara.
Sin embargo, al menos pudo ver el mundo florecer una vez más después de la guerra.
"Entonces, ¿cómo moriste?"
"…"
Encrid miró a Asher.
Realmente no quería decir eso.
Sin embargo, en algún momento, Encrid le diría a Asher cómo fue su muerte.
"Espera un poco más."
"Está bien, después de todo he vivido por más de diez mil años."
"…"
"¿Insinúas que soy un viejo?"
"…"
"No…"
"…"
Encrid notó la mentira de Elizabeth.
Sin importar el tiempo que Encrid llevaba muerto, no significaba necesariamente que esa fuera su edad; para él, la edad solo cuenta cuando estás vivo. Si estás muerto, entonces el conteo de vida se detiene.
Pero, por supuesto, Elizabeth no lo veía así, y aun para ella, Encrid tenía una edad de diez mil años.
"…"
"Tu hermana debería haber terminado ya."
"Es verdad, entonces, ¿por qué tarda tanto?"
Encrid volvió a ver a Asher, luego habló.
"Ve a verla, estaré aquí."
Elizabeth asintió y entonces salió de la habitación. Encrid miró fijamente a Asher sin dejar de verlo; sin embargo, él sentía que algo increíble estaba por pasar.
***
—Cambio de escena.
—Punto de vista de Gloriana Mengral.
Habían pasado bastantes horas; sin embargo, en todo este tiempo, su magia de la luz nunca se pudo manifestar.
¿Qué estaba pasando?
¿Por qué su magia no se mostraba?
Gloriana se frustró. Era la primera vez que no lograba algo con buenos resultados.
Sin embargo, pronto la voz de Eliza llegó.
"No te desesperes."
"La magia de la luz es más difícil de dominar que cualquier otra magia. Esto es porque la magia de la luz puede dar vida a los mismos muertos."
Eso significa que por esa única característica es lo que hace difícil manifestar la magia de la luz.
Una magia que se usa en combate cercano con un increíble poder, una magia que puede revivir a los muertos, una magia que tiene un gran poder y la única que puede derrotar a la magia de la oscuridad.
Sin embargo, es difícil.
Todo en esta magia fue difícil para Gloriana.
Era tan difícil que simplemente no lograba dar un simple resultado.
Sin embargo, ella pensó:
"Si no la puedo manifestar, entonces debo ir más profundo."
Ella estaba buscando el lugar donde su magia estaba; era su maná, tenía que buscar un maná blanco en algún lugar dentro de ella.
Sin embargo, hacer eso le estaba costando lograr.
Pero justamente cuando ella pensaba que no lo lograría,
un resplandor apareció a lo lejos, una luz blanca destellante.
Gloriana caminó hacia ese lugar y entonces ahí estaba.
"Esta es... la magia de la luz."
Fue entonces que abrió los ojos, miró a Eliza, que tenía ambos ojos abiertos de par en par; parecía una mujer increíblemente sorprendida que no podía creer lo que estaba mirando.
Sin embargo, Gloriana supo por qué ella estaba así.
"Eh..."
Se sorprendió cuando miró un maná blanco que salía de sus manos; entonces intentó replicar un hechizo, uno simple, para que el maná blanco tuviera una forma y no estuviera simplemente como un vapor gaseoso flotando y saliendo de su mano.
En ese instante, el maná blanco tomó forma.
Era una esfera redonda de color blanco.
Fue entonces que Gloriana entendió; este era su maná, una afinidad única con un poder inmenso...