—Punto de vista de Isabella Roberner.
Todo este tiempo, en la oscuridad dentro de Asher, Isabella, por supuesto, siempre estuvo observándolo desde el día en que lo conoció.
A pesar de casi no hablar con él, ciertamente al verlo por un tiempo, empezó a tener mucha curiosidad por saber más. Aun así, lo mantiene bajo vigilancia.
¿Por qué?
Bueno, eso es desconocido. Incluso la misma Isabella no sabía por qué Asher le daba tanta curiosidad; quizás por su talento, su inteligencia, su fuerza, a pesar de ser un niño de 11 o 12 años de edad.
Pero todo eso fue respondido hace apenas unos minutos.
Exacto, fue en el momento en que Asher quedó dormido.
"Entonces, eres de otro mundo."
Fue totalmente inesperado.
Una de las cosas que Encrid e Isabella pueden hacer mientras están en la mente de Asher es, por supuesto, escuchar sus pensamientos y ver sus recuerdos cuando se proyectan en sueños, como el que Asher tuvo hace poco, un sueño de su pasado.
Isabella observó cada momento del recuerdo de Asher.
"Un asesino y alguien infeliz."
Fue todo lo que obtuvo como respuesta.
Por supuesto, fue solo un pequeño recuerdo de cuando Asher tenía 24 años en su vida anterior, e Isabella no sabe nada sobre la existencia de la reencarnación.
¿Quién hubiera imaginado que algo así existía? Reencarnación, otro mundo y quizás otra realidad paralela.
Son preguntas que Isabella no puede responder, ni aunque dedicara miles de años solamente a investigar la reencarnación o un lugar paralelo a otra realidad.
"Por el momento, no diré nada."
Por alguna razón, Asher reencarnó. Por otro lado, al ver solo una pequeña parte de la vida del anterior Asher, Isabella no debía involucrarse.
"Fue infeliz."
Alguien que nunca vivió como quería, y de alguna manera reencarnó en este mundo, uno donde existe la magia, mientras que el mundo de donde viene Asher es un mundo con tecnología avanzada pero sin magia.
"Aún no lo puedo creer, pero pensar que su talento es de su vida anterior y que ese talento lo siguió en su reencarnación..."
Pensando detenidamente, el talento es algo innato, por lo que de alguna manera está pegado al alma de una persona, y Asher, al reencarnar, vino con su talento de su vida anterior.
Aun así, eso no es de tal importancia para Isabella; simplemente no entendía el tema de la reencarnación.
Reencarnación.
¿Qué es y cómo funciona? ¿Cuándo está presente y en qué momento aparece? ¿Y a qué personas elige la misma reencarnación?
Ciertamente es un completo misterio del que no existe una respuesta, un término que no se puede explicar, es algo natural y no algo que se usa.
"Haa... Por el momento, lo seguiré observando. Es posible que vea un segundo recuerdo de él."
***
—Cambio de escena.
—Punto de vista de Encrid Frostblade.
En la realidad, dentro de la habitación de Asher.
Encrid estaba sentado en el escritorio de Asher mientras leía un libro sin siquiera pestañear.
"Jeje."
Era la primera vez que se reía así por un libro.
"Esto es interesante, pensé que estas cosas eran aburridas."
[Leyenda del héroe de Agrona]
Un libro que muestra la historia de una persona que fue el héroe del continente, alguien que luchó toda su vida y se convirtió en alguien muy poderoso.
Con el paso del tiempo, el héroe había derrotado a monstruos de grado 1 y las mazmorras habían sido despejadas, casi no quedaban en todo el continente.
Pero un día, llegó la última lucha del héroe.
"El héroe luchó con el dragón llamado Kamui, en una batalla que ni siquiera los magos de noveno círculo podían presenciar."
Encrid, mientras leía el libro, finalmente lo terminó después de una hora de lectura.
Fue ciertamente una historia bastante buena, pero Encrid sabía algo.
"Me pregunto si ese bastardo de Kamui sigue vivo después de que le di una paliza."
Por supuesto, el héroe que menciona la historia no es real, pero el dragón sí lo es. Fue por eso que Encrid leyó el libro hasta el final. Era bastante bueno, a pesar de ser todo mentira.
"Ya pasó una hora, entonces ha pasado un año dentro de mi dominio. ¿Por qué no sales?"
Una hora equivale a un año dentro del dominio de Asher.
En primer lugar, Encrid no pensó que estaría mucho tiempo, quizás menos de un minuto, era lo que esperaba, pero ahora había pasado una hora.
Frotándose la mejilla, Encrid cerró los ojos y entonces una oscuridad lo invadió.
"Uh, bueno, parece que ya encontró una cueva con cristales de maná."
Encrid podía ver todo lo que estaba dentro de su dominio. Observó a un joven luchando contra varios ogros a la vez, pero algo era diferente en él.
Al ver el rostro de Asher, Encrid no entendía por qué se veía distinto; era como si su personalidad estuviera cambiando lentamente a una completamente diferente, algo parecido a la de un lunático.
"¿Habrá pasado algo que no sé?"
Eso es imposible. Todo lo que esté dentro de su dominio, Encrid lo puede saber de inmediato, entonces no es su dominio sino el mismo Asher.
Al ver una extraña sonrisa en el rostro de Asher, Encrid lo observó durante unos minutos más y entonces pensó:
"Debería sacarlo. Cuanto más tiempo esté dentro de mi dominio..."
Descartó la idea; fue el mismo Asher quien entró por su propia responsabilidad. Si de algo estaba seguro Encrid, era de que estaría bien, siempre y cuando no pasara demasiado tiempo dentro del dominio.
Pero aun así, Encrid continuó observándolo. Definitivamente, algo estaba cambiando en Asher.
"Supongo que solo lo observaré."
No es que esté en peligro, más bien Encrid se preocupa por el tiempo que Asher está pasando en el dominio.
Todos en la academia notarían que Asher se ha hecho más alto y, por supuesto, su rostro se vería un poco más diferente de lo normal.
Aun así, Encrid esperó pacientemente, solo diez minutos más, le diría.
—Cambio de escena.
—Punto de vista de Asher Frostblade.
"Haa..."
La respiración de Asher se estaba recuperando; había terminado de matar a todos los monstruos de la cueva y finalmente había llegado al final, y fue entonces que vio un brillo radiante.
"Malditos... Cristales de maná... Por fin... Los encontré."
Fue un año entero dentro del dominio de Encrid. Por supuesto, Asher sabía que afuera solo había pasado una hora, pero esto definitivamente fue molesto.
"Todas las malditas... Cuevas... No tenían nada."
Fue realmente desastroso, y por eso Asher no se rindió. Necesitaba un solo cristal de maná, pero, por supuesto, también se llevaría algunos extras para cuando los necesitara.
Después de recolectar los cristales, Asher salió de la cueva.
Su anillo dimensional estaba completamente lleno. A pesar de tener un espacio bastante grande, se llenó con los cristales de maná.
"Creo que no debí llevarme todos los cristales."
De hecho, definitivamente se llevó todos los cristales de maná; eran tantos que la cueva casi no podía albergarlos.
"Mmm... Mi cabello creció un poco, supongo que me lo cortaré."
Mirando los mechones de su cabello que estaban cerca de llegar a sus hombros, claramente cualquiera le preguntaría qué demonios le pasó a su cabello.
"Jeje, no puedo ni imaginarme cómo reaccionarían los demás."
Simplemente era una curiosidad que Asher tenía en mente, pero la descartó.
Ahora con una altura de dos centímetros más que antes y sus rasgos faciales solo un poco más desarrollados, al igual que el resto de su cuerpo.
Asher debía tratar de no ser visto así, y menos por aquellos que lo conocen, por supuesto.
Parándose y mirando hacia el cielo oscuro, Asher observó la luna roja; siempre estaba ahí, en la misma posición, y la luz era la misma de siempre.
Nada dentro del dominio de Encrid funcionaba como el ciclo de día y noche, por lo que Asher al principio estuvo confuso sobre cuánto tiempo había estado dentro del dominio, pero después de unos meses, supo cuánto tiempo había pasado, y su sorpresa no pudo ocultarse en ese momento.
"Pensar que estuve un año entero buscando cristales de maná."
Por alguna razón, Asher no sentía hambre y, extrañamente, no se ensuciaba ni siquiera se hacía un rasguño en la ropa. Era como si el dominio impidiera sentir hambre y evitar que la ropa se arruinara, a excepción de los daños causados por los monstruos, por supuesto.
"Bien, es hora de salir."
***
—Cambio de escena.
Después de una hora de haber salido, Asher se había duchado, comido y terminado todas sus tareas cotidianas. Luego se sentó en el círculo en el centro de su habitación y sacó algunos cristales de maná.
"Mmm..."
Observó cinco cristales de maná, todos del mismo color: púrpura.
Existen diferentes tipos de cristales con sus respectivos colores, entre ellos están los blancos, azules, naranjas, cafés, morados, púrpuras y negros.
El cristal de color negro es el que tiene la mayor cantidad de maná condensado en su interior, siendo el cristal más valioso de todos y el más buscado por los magos de octavo y noveno círculo en todo el mundo.
"Tengo un cristal negro y los demás son púrpuras."
Al ver que uno de los cristales tenía un color negro intenso, incluso parecía que el maná goteaba en forma de líquido. Era, por supuesto, el cristal de maná de mayor calidad, mientras que los demás eran púrpuras.
"Creo que esto podría llamar la atención."
De hecho, sería un escándalo mostrar un cristal de color púrpura, pero la situación se tornaría aún más delicada si mostrase el cristal negro. Incluso podría atraer la atención del patriarca, la familia real o magos mundialmente reconocidos que intentarían quitarle el cristal negro a Asher.
Así de valioso es el cristal con mayor densidad de maná en todo el mundo.
Y Asher lo sabía muy bien, por lo que rápidamente lo guardó en su anillo dimensional y dejó solo un cristal de color púrpura.
"Bajaré su densidad al absorber el maná."
Una forma de reducir el color de un cristal de maná es, por supuesto, absorbiendo el maná concentrado en el cristal. Lentamente, su color disminuirá hasta volverse blanco.
Asher entonces se levantó y se fue al baño. Aunque había terminado con sus necesidades antes, no se había peinado y no tenía idea de cómo se veía su cabello, que había crecido un año entero dentro del dominio de Encrid.
Pero fue entonces cuando sus ojos se abrieron.
"¿Qué demonios...? Mmm, nada mal. Incluso me veo más guapo con el cabello largo y mi rostro parece un poco más definido."
Se quitó la camisa blanca y se miró el torso y el abdomen.
"Jeje, parece como si hubiera entrenado por medio año, un físico natural."
Ciertamente, Asher se veía mucho más atractivo que antes, pero entonces pensó detenidamente.
"Me pregunto cómo me veré cuando termine de crecer por completo."
Fue una idea simple, pero, por alguna razón, se sentía increíble de solo pensar en cómo se vería cuando tuviera 18 o 20 años.
"Supongo que también obtuve una segunda recompensa por estar un año en el dominio."
Se dijo a sí mismo mientras examinaba detenidamente cada parte de su rostro. Simplemente podía decir que se había vuelto aún más atractivo.
"Oye... Aún estoy aquí, ¿sabes?"
"..."
Sin que Asher se diera cuenta, la voz de Encrid, que estaba a un lado de donde él estaba, llegó a sus oídos.
"¿Tú... pensaba que nunca te bañabas?" Asher miró a Encrid, que estaba metido en la bañera.
Aunque en realidad, Asher pensaba que Encrid había vuelto a su cabeza, justo ahora estaba a su lado, desnudo y dentro de la bañera.
"¿Por quién me tomas, idiota?"
"Bueno, solo pensaba que..."
"Tú también eres raro. Llevas diez minutos mirándote el rostro, y deberías saber que yo estaba aquí, así que fuera."
"..."
Saliendo del baño, Asher suspiró. Realmente, ese momento fue extraño, pero más que nada...
"Diez minutos estuve ahí. Entonces, ¿cuánto tiempo lleva metido en la bañera?"
Asher solo podía pensar en ideas vagas, pero rápidamente olvidó todo y miró el cristal de maná en el suelo. Sentándose en el círculo del centro, Asher lo sujetó con la mano y cerró los ojos.
"Debería empezar a absorber maná."
Era de noche, y parecían ser las 10 PM. Así que Asher pasó las siguientes horas meditando, y al llegar la mañana siguiente, entró en el salón de la clase uno.
Pero Asher cometió un grave error, uno realmente grave.
Todos los ojos, incluidos los de la profesora, se fijaron en él.
"Uh, ¿por qué me miran...?"
"..."
Fue entonces cuando comprendió por qué lo miraban de esa manera.
"Olvidé cortarme el cabello." Había olvidado todo por completo...