Este conocimiento era estimulante para Elías y de inmediato los dio vuelta.
Suavemente mordisqueando sus pezones, su mano fue inmediatamente a sus regiones inferiores, sus largos dedos listos para causar estragos allí.
—Ahh~ —gritó ella, retorciéndose, al sentir la base de su palma añadir presión en su sensibilidad mientras sus dedos entraban en su agujero frontal. Sintió su otra mano arrastrarse hacia sus nalgas, colándose entre ellas e ingresando en su agujero trasero.
—Hnggg~ —sollozó, no acostumbrada a tener ambos agujeros ocupados al mismo tiempo.
Ella abrazó su cabeza más cerca de ella, y él simplemente tomó más de sus montículos, succionó y usó su lengua para jugar más con sus pezones.
Continuó excavando ambos hoyos: su mano derecha en su cavidad de miel, y su mano izquierda en el otro.
—Ahh, ¡hmmm! Ambas b-bocas de abajo... ¡ahh! —exclamó ella.
Su adorable voz lo hizo sonreír, alimentando sus movimientos más y más.
—Ha... ah...
Squelch, squelch, squelch