El Doctor Thomas se detuvo en su caminar, dándome una mirada inquisitiva.
—¿Blaise no te lo dijo? —pregunté.
—No, no lo hizo —dije, aunque una parte de mí quería responder que si lo hubiera hecho, no estaría preguntándoselo. Esa sería la clase de grosería que a Damon le hubiera gustado, y era por eso que no quería hacerlo—. Nunca dijo nada sobre… humanos.
—...No puedo decir que me sorprenda, pero estoy decepcionado —El Doctor Thomas suspiró mientras sacudía la cabeza y continuó caminando a paso tranquilo de mala gana. Caminé con él mientras lo observaba buscar las palabras—. Después de todo, no es una historia feliz.
—Oh, en ese caso, lamento haber preguntado —dije con un suspiro. Quería satisfacer mi curiosidad, pero tampoco quería infringir la privacidad de Blaise.
—Puedo contarte algunas partes, eso sí. Hubo momentos buenos, como cuando Blaise aprendió a cocinar —dijo el Doctor Thomas, percibiendo mi consternación.
Parpadeé sorprendido.