```
—No, espera —¡Ngh! —No pude evitar el gemido que escapó de mis labios en el momento en que deslizó su miembro rígido justo más allá de mi entrada.
Mi mente era un lío y yo ni siquiera había decidido todavía qué posición ocupaban Damon y yo. Pero lo siguiente que supe, ya estábamos desnudos como el día en que nacimos y su polla estaba metida dentro de mí, llenándome por completo.
No se movió despacio, sin permitirme siquiera un segundo de tregua antes de que comenzó a bombear dentro de mí. Aunque él no dijo tal cosa, no pude evitar sentir que yo era solo un cuerpo cálido para que él follara y usara como quisiera, solo un objeto para satisfacer sus necesidades sexuales.
Pero honestamente, ¿quién era yo para juzgar cuando cada una de sus estocadas me hacía temblar de placer, retorciéndome bajo él como una perra en celo?