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Shen Bijun sostenía en sus manos dos piezas de caligrafía que ni siquiera estaban encerradas en cajas.
Después de terminar de hablar, le entregó dos rollos de caligrafía a Yun Wei.
Yun Wei, con la cabeza baja en un aturdimiento, miraba fijamente los dos papeles en sus manos, su mente todavía algo confusa.
Silencio llenó la habitación.
En ese momento, Bai Zhongchang de repente miró con furia al quinto hermano, quien de inmediato captó y gritó:
—¿Presentar caligrafía? ¿Qué tipo de engaño están tramando ahora? El último regalo fue un montón de papel picado, ¿qué se supone que es esto?
Avanzó y extendió la mano para arrebatar la caligrafía de las manos de Yun Wei:
—Si eres tan capaz, desenróllala y muéstranosla —. No me digas que has traído unos papeles en blanco para engañarnos otra vez. ¿Realmente nos toman por tontos a los Bai?