Anna no podía creer lo que escuchaba. Tenía sus sospechas de que Nari estaba detrás de todo, pero no estaba realmente segura, por eso aún no había hecho nada. Quería estar segura de quién la había atacado.
—Todo el mundo te alaba y critica a esa tonta —dijo Lola—. Ella ha odiado a Nari desde el principio, después de descubrir todo lo que había hecho a Anna. Para ella, Nari es una perra falsa y le irritaba cómo el público seguía cayendo en todas sus maldades.
¿Cómo puede ser que nadie pueda ver a través de ella?
—Vamos a ver cómo se desarrollan las cosas —declaró Anna—. No quiero celebrar todavía porque sé que Nari siempre se levanta.
Después de su pequeña charla con Lola, Anna se durmió y cuando despertó de nuevo, era de mañana. El sol se colaba por su ventana y descansaba en su rostro cada vez que el viento apartaba las cortinas.