Punto de vista de Selene
El aire en la casa segura se sentía inquietantemente tranquilo mientras caminaba de un lado a otro, mis pensamientos enredados entre la ira y la incertidumbre. Belinda yacía inconsciente en el suelo, su figura inerte a excepción del leve subir y bajar de su pecho. Mi poder había estallado, algo que apenas comprendía yo misma, y sin embargo la había dejado impotente en un instante.
Miré a los guardias parados rígidos cerca de la puerta, sus expresiones estoicas pero teñidas de inquietud. No me cuestionaban cuando hablaba, a pesar de que mis palabras llevaban más determinación de la que sentía.
—Échale agua encima —instruí—. Despiértala. Tengo preguntas que necesitan respuesta.