Punto de vista de Selene
—¡Noé! —me reí, levantándome—. No puedes decir eso. Cometí un grave pecado y necesito expiarlo.
—En serio, Selene —me atrajo hacia él—. Todo esto no es necesario, pero si insistes, no puedo detenerte y es lo mejor que podrás ver que realmente te aprecio. Para decir la verdad, estos últimos días no han sido fáciles lidiando con la casa – mi hermana ni siquiera quiere hablarme. No responde a mis llamadas... mi padre se ha quedado mudo conmigo y mantiene todo profesional. Por no hablar de los ancianos de la manada y los funcionarios… un error y me echarán de este puesto.
—¿Echarte? —Lo miré con curiosidad—. ¿De qué estás hablando? Te convertiste en Rey por herencia. Tu padre fue un Gran Lycan y por derecho, su heredero debería gobernar en su lugar.