Punto de vista de Noé
Mi sangre hervía de rabia ante la descabellada demanda de Brooke. La audacia de mirarme directamente a la cara y exigir volver a mi vida y no solo eso, sino que también pedir que la hiciera mi amante.
—Debes estar delirando, Brooke, y ser jodidamente osada al pensar que siquiera contemplaría esa idea —gruñí con molestia—. Soy un hombre emparejado y casado cuya lealtad pertenece únicamente a mi esposa, Selene.
—Oh, por favor —rodó los ojos dramáticamente—. Tú y yo sabemos que todavía tenemos química y ¿qué es eso que escucho acerca de que el exmarido de Selene anda por aquí y de cómo ella no te ama de la forma en que tú la amas a ella? Claro, puedes interpretar al esposo devoto; encantador, protector... pero ¿cuánto tiempo vas a seguir escondiendo a Selene para que no se encuentre con su ex? ¿No es eso demasiado estresante? Entre nosotros, ambos sabemos que ansías algo... —hizo una pausa y susurró la última palabra:
— más.