Punto de vista de Selene
Mi corazón latía con añoranza mientras observaba a Xavier llevar a nuestras niñas de ambas manos mientras entrábamos al restaurante. Su presencia era tan poderosa que todos se detuvieron a mirar.
Las chicas vestían un sencillo vestido rosa bebé con muchos diseños intrincados en el dobladillo y las mangas, mientras que Xavier había optado por un traje negro de dos piezas. Un camarero nos saludó en la entrada antes de guiarnos a un exclusivo reservado VIP.
Xavier apartó las sillas para las chicas antes de venir a ayudarme con la mía.
—Este lugar es tan hermoso —exclamaron las niñas al unísono—. Gracias papi, por traernos aquí.
—Todo por ustedes, mis princesas —se rió él y se volvió hacia mí, la diversión chispeando en sus ojos—. ¿Te gusta aquí?