—¡La aparición de Ming cambió por completo toda la situación de la batalla!
Desde su batalla con la Bestia del Viento y Trueno, Ren Feifan había notado algunos cambios en Ming, quien luchó con toda la intención de batalla en el camino, matando a muchas Bestias Monstruosas y absorbiendo sangre de esencia aún más rápido, su poder estaba al borde de entrar en el Reino Innato.
Ren Feifan no podía compararse con Ming, cuya velocidad de avance era fundamentalmente diferente de la de los humanos.
Mientras tuviera suficiente sangre de esencia, podría absorberla fácilmente y luego avanzar, y la clave era que podía ahorrarse el obstáculo de avanzar.
Los dos Guardianes heridos se encorvaron, en el mayor desorden.
Nunca se habían imaginado que la fuerza de este chico fuera tan aterradora.
¡Y que incluso tuviera un asistente no menos poderoso!
¡Cómo iban a luchar contra esto!
La mirada de Ming barrió la multitud, y con un resoplido frío, dijo: