🖤 SUMI ZURUMI 🖤
Mi hermana me arrastraba por el pasillo hasta la cocina. Estábamos a unos pasos de llegar y la puerta se abrió de repente, fue mamá Hyuna la que salió primero, y seguida de ella salía Ritsu.
—Hijas, ya es tarde. Deberían ir a dormir —la escuché decir a mi madre Ritsu.
—Si mamá, ahora iremos —respondió Yuki.
Estuvimos calladas unos momentos hasta que nuestras dos madres siguieron su camino hasta perderse de vista.
—¿Lo ves? —giro mi gemela para preguntarme.
—¿Ver que cosa? —respondí sin ánimos.
—¿No lo notaste? ¿No viste como estaba el rostro de mamá Hyuna?
Levante levemente los hombros en señal de confusión. Yuki se molestó por eso y volvió a jalarme del brazo.
—Oye, ¿Ahora a donde vamos? —exprese en una pequeña queja.
—Vamos, de seguro fueron a buscar a mamá Miyako.
—Pero... debemos ir a dormir. Ya estoy cansada —le dije con un tono desanimado mientras me arrastraba a la sala de nuevo.
Antes de que podamos llegar nos interrumpió nuestra madre Ritsu justo en la puerta que conectaba el pasillo con la sala, impidiéndonos seguir avanzando. Esta vez se encontraba ella sola.
—¿A dónde van niñas? Les dije que ya es hora de dormir —nos miró a ambas.
—Yuki me está arrastrando por toda la casa —me queje a mi madre.
Quite la mano de mi hermana que sostenía mi muñeca para liberarme del agarre.
—¿Qué? N-no es cierto, yo...
—Ya es tarde chicas, es hora de ir a la cama. Vamos, vamos —decía nuestra madre Ritsu.
Nos tomó de los hombros y nos llevó a nuestra habitación. Subimos las escaleras y al llegar a la puerta vimos a nuestra hermana Giselle terminando de ponerse su pijama.
—Mamá Ritsu ¿Sucedió algo con mis hermanas? —pregunto Gise.
—Nada importante, solo las traje aquí para que se acostaran.
—Oh, está bien. Iré a cepillarme los dientes —comento Gise y salió de la habitación para ir al baño que estaba a unos pasos en el pasillo.
—Ustedes también niñas, deben prepararse para dormir —nos dijo nuestra madre sin salir de la habitación.
—C-claro, eso haremos —respondió Yuki con un pequeño tono nervioso.
Camine de inmediato a nuestro armario para quitarme la ropa y buscar mi pijama. Me puse los pantalones de tela cortos y mi camisa simple para dormir. Las dos prendas eran de color negro, hice desaparecer mis alas de succubo para que no me incomodase al dormir. Y mi cola por el agujero que había en pijama para que no me incomodase.
Yuki también termino de cambiarse, ella se puso su pijama color azul, un pantalón largo y una camiseta de manga corta. Cuando terminamos Gise volvió a la habitación y se dirigió a su cama, que era la que estaba en el medio.
—Uaahh.... me voy a dormir, buenas noches... —nos dijo nuestra hermana menor en medio de un bostezo y con la voz cansada.
—Buenas noches, nosotras iremos a cepillarnos los dientes.—dijo Yuki, que volvió a tomarme de la muñeca y me jalo hacia el pasillo, pasando por al lado de nuestra madre.
—¿Qué te sucede? —le pregunté luego de que saliéramos de la habitación.
—¡Shhhh! ¿No crees que mamá está actuando algo extraño? —me pregunto en un susurro.
—Ella siempre es así, no es la primera vez que actúa de esa forma.
Llegamos al baño y entramos juntas, tomamos nuestros cepillos y comenzamos a cepillarnos los dientes y colmillos.
—De cualquier modo, pienso que algo está tramando... —me comento Yuki con el cepillo aun dentro de su boca.
—Estás exagerando —le respondí después de unos segundos, cuando acabe de enjuagar y escupir el agua de mi boca.
—Creeme. Mira cuando se vaya activa ese hechizo que te protege de otros ataques —susurro Yuki mientras salíamos del baño.
—¿Qué? No, no lo haré.
—Vamos, ¡confía en mí! —suplicaba en susurros mi gemela.
—Aghh.
Al llegar a nuestra habitación vimos a mamá Ritsu arrodillada a un lado de la cama de Gise, le estaba dando las buenas noches. Fui al lado izquierdo de la habitación donde se encontraba mi cama y me recosté, Yuki hizo lo mismo en la parte derecha donde estaba ubicada su cama.
—Muy bien niñas, es hora de dormir —nos dijo en tono amable nuestra madre.
Ella pasó por la cama de Yuki para darle un beso y luego paso por la mía dándome un beso en la frente. Se fue hacia la puerta para salir de nuestra habitación.
—Buenas noches a las tres —se despidió con un tono amoroso.
—Buenas noches mami —dijo Giselle.
—Buenas noches mamá —dije con mi gemela casi al mismo tiempo.
Ella nos dedicó una sonrisa antes de tomar el picaporte de la puerta. Cerro la puerta lentamente y unos segundos después escuché susurrarme a Yuki.
—¡Sumi, ahora!
Solté un resoplido y junté mis manos debajo de la sabana, preparando el hechizo de protección. Hice varios movimientos y susurré algunas palabras indescifrables para activar el hechizo. Un pequeño brillo se emitió por unos segundos. Cuando desapareció cerré los ojos para dormir, mañana debíamos ir a clases.
Antes de poder dormir sentí un pequeño escalofrío recorrer mi espalda, era una señal de que el hechizo me había protegido de algún otro ataque o una magia. Abrí los ojos y esperé un momento, pensando en lo que significaba esto. Yuki se levantó de su cama unos minutos después.
—Lo ves, ¡te lo dije! —me susurro acercándose a mi cama.
—Si, si, pero esto no prueba mucho. ¿Qué haremos ahora?
—¡Vamos a espiarlas! —sugirió Yuki con un tono emocionado.
—¿A nuestras madres? ¿¡Estás loca!? — expresé con sorpresa y en susurros mientras bajaba de mi cama.
—¿Acaso no crees que nos ocultan algo? Seguro mamá Ritsu nos lanzó un hechizo de sueño. Y estoy segura de que no es la primera vez que lo hace.
Me puse a pensar sobre lo que decía Yuki. Era cierto que no era la primera vez que mamá Ritsu nos llevaba a dormir y se aseguraba que estemos las tres acostadas. Comenzaba a sospechar sobre esto, dejándome llevar por las ideas locas de Yuki.
—¿¡Que haces!? —exprese de forma imprevista al ver a mi hermana acercarse a Giselle, que se encontraba dormida por el hechizo que nuestra madre nos lanzó.
—Hay que despertarla, ella también tiene que saberlo —me respondió Yuki.
Decidí no detener a mi gemela y me acerqué a la cama de Gise, mientras Yuki hacia unos movimientos con sus manos y susurraba algunas palabras extrañas para la gente común. Ella se acercó más a mi hermana y giro su cabeza para tenerla en frente, unió su boca a la de ella y comenzó a besarla. Un pequeño sonrojo apareció en mis mejillas, lleve mi mano al hombro de Yuki en un intento para separarla de Giselle.
Unos segundos después Yuki se separó del beso y nuestra hermana Gise comenzó a moverse en su cama.
—Sabes que no hace falta el beso para que se active el hechizo ¿Verdad? —le pregunte mientras Gise abría los ojos.
—Me gusta besarla —respondió mi gemela con una sonrisa traviesa.
Nos separamos un poco cuando Gise comenzó a balbucear y somnolienta se levantó de la cama.
—Ehhh... ¿Qué pasa? ¿Ya es de día? —balbuceo nuestra durmiente hermana mientras se restregaba los ojos con sus manos.
—Ven, acompañanos. Iremos a comprobar unas cosas —le dijo Yuki tomando su mano y obligándola a levantarse de la cama.
—Pero aún es de noche, mañana debemos ir a la escuela —se quejó Gise sin hacer esfuerzos por zafarse del agarre.
—Confía en nosotras, esto es algo importante —le dije a Gise con un tono serio.
Ella me miro unos segundos confundida y luego accedió y bajo de la cama. Las tres nos pusimos nuestras pantuflas y caminamos despacio hacia la puerta de nuestra habitación para ir a investigar lo que harían nuestras madres esta noche.