Por la tarde, en la habitación de maternidad de Bella, ella estaba lista para su cálida reunión con sus amigos.
—Mami, ¿vendrá también el tío Stefan? —preguntó Dax.
—Sí, vendrá con el tío Sam —Bella acarició suavemente su suave cabello—. ¿Estás emocionado por conocerlo? —le preguntó.
—Sí, Mamá. Tengo una pregunta para él...
—¿Qué pregunta quieres hacerme, pequeño? —La voz de Stefan desde la puerta sorprendió a Dax y a Bella. Ambos estaban emocionados de verlo.
—Tío Stefan, finalmente llegaste... —Dax saltó de su asiento y corrió hacia él.
—Hola, Daxton. Es un placer verte de nuevo —dijo Stefan, abrazándolo calurosamente—. Al mismo tiempo, asintió a Bella y Tristan.
—Tío Stefan, tengo algo que decirte —Los ojos azules redondos de Dax brillaron mientras hablaba.
—Sí, ¿qué es?
—Creé algunos juegos. Quiero que los revises para mí —Dax le contó a Stefan emocionado. Ya lo había discutido con Max pero aún necesitaba la opinión de Stefan.