Bella frunció el ceño, confundida por sus palabras.
—¿Herirme? —preguntó Bella.
—Hmm —dijo Sean con calma—. Podría llevarte con Dax y traerte a algún lugar donde Tristan nunca nos encuentre.
Bella se sorprendió por sus palabras. Consideró si Sean estaba bromeando, tratando de aliviar la tensión entre ellos.
Sin embargo, su corazón se aceleró cuando notó la seriedad de sus palabras.
«¡Cielos! ¿Va en serio? ¿Realmente planea secuestrarme a mí y a Dax?»
No pudo evitar preguntar:
—Sean, ¿estás bromeando, verdad?
—No estoy bromeando. Estoy hablando en serio, ¡Bella Donovan! Saber que volverás con Tristan y que él también te ama me está matando. Mi mente no puede ser racional si te veo con él. Así que, es mejor que no seamos amigos ahora, o podría hacer lo que estoy planeando en mi mente.
—Sean —Bella solo pudo decir su nombre; no sabía cómo responder a sus palabras.
Apresó sus labios, sin querer decir nada, por miedo a herirlo aún más.