—Necesito hablar —dijo seriamente el Alfa Ídris, esperando que ella pusiera una excusa que él estaba seguro de no aceptar. Sin embargo, Ashley lo sorprendió abriendo la puerta de par en par e invitándolo a entrar.
Él tenía todo el derecho de estar allí y no había necesidad de que ella se avergonzara de tener a su pareja en su habitación.
—Por favor, siéntete libre de sentarte en la cama —lo animó Ashley—. Después de todo, somos parejas. Sentía un sentido de obligación hacia su pareja, pero su mente estaba nublada de preocupación.
El Alfa Denzel le había informado que su madre no se encontraba en buen estado, pero aún tenía que entender completamente la seriedad de la situación, preparándose mentalmente para lo inevitable.
El Alfa Ídris no esperaba que ella se lo pusiera tan fácil, pero apreciaba su franqueza. También entendía la turbulencia por la que estaba pasando y sentía la necesidad de llegar a un acuerdo con ella.