A los tres adultos les hirvió la sangre al ver a su hijo siendo molestado por aquellas sirenas, y más por la forma tan desesperada en que Azul pedía que lo dejaran en paz.
—¿Que es esto?, Azul, ¿por qué nunca me dijiste que te molestaban?— exigía Majorelle a su hijo.
Azul estaba incómodo.
—Yo solo... no quería que te preocuparas de más— explicó el menor avergonzado, —Ya bastante tenías lidiando con el restaurante...
El que Majorelle Ashengrotto fuera una gran empresaria y tuviera el restaurante más famoso de Coral Sea, había sido un trabajo que requirió de muchos sacrificios. Estar con su hijo fue el que más lamento, pero nunca dimensiono que Azul pasara por tal suplicio.
Para alivio del menor, pronto la escena cambio hasta el momento en que desarrollo su magia única, cuando las cosas comenzaron a mejorar para él.
*Igualmente, vieron la nueva situación familiar. Con Selachi, madre e hijo comenzaron a mejorar, no era que el tiburón los hubiera salvado, ya que ellos no requerían ser salvados. Mejor dicho, él les ayudaba a sacar lo mejor de ellos.
Ver a su exmujer e hijo siendo felices hacía que una bizarra mezcla de emociones estremecieran a Clarión. Por un lado, ver cómo ellos pudieron salir adelante calmaba su corazón, pero al mismo tiempo lo sentía romperse.
La vida que él quería, la obtuvo alguien mejor que él.
—Al final, fue lo mejor— mencionaba Clarión resignado.
Para Azul, esta declaración más que reconfortarlo, hizo que algo en su interior explotara.
—¿De qué rayos estás hablando?
—Azul, es evidente que alejarme fue lo mejor que pude hacer por ustedes, no me necesitaban...
—¡YO SÍ!— rugió Azul.
Los adultos estaban sorprendidos. Ya lo había dicho, así que dejo que el vómito verbal saliera.
—Toda mi vida estuve preguntándome por qué mi papá no me quería, porque no fui suficiente para él— confeso Azul, —Lo que ellos decían, dolía... pero no tanto como creer que tú no me amaste... por eso creí... que hacerme más fuerte haría que regresaras...
No pudo continuar, a pesar de tener tanto que expresar.
Una nueva escena los dejo sin palabras. El dormitorio de Octavinielle estaba infestado por blot, ver la locura y desesperación en los ojos de Azul rompió por completo el corazón de Clarión.
El overblot fue lo que termino por quebrar a cada uno de sus padres.
La oscuridad se disipó, volviendo al tanque del restaurante. Clarión se acercó a su hijo, teniendo solo la fuerza para tomar sus manos, pero sin atreverse a mirarle a la cara. De estar fuera del agua, estaría hincado ante él.
—¡Azul perdóname!— pidió su padre entre lágrimas, —Perdóname por no haber podido ser el padre que merecías... todo es mi culpa...
El arrepentimiento marcaba la voz del cecaelia, —Si hubiera sido más fuerte, Majorelle no tendría que haberte dejado solo, no hubieras pasado por nada de eso...
El odio a su padre seguía, pero un nuevo sentimiento comenzaba a sustituirlo, —Mírame— ordeno el menor. Una vez que sus ojos se encontraron con los de Clarión, Azul soltó la pregunta que más quería saber el niño en su interior.
—¿Me amaste?
—... Desde que naciste, nunca he dejado de hacerlo Azul.
No se contuvo más, abrazo a su padre mientras lloraba, aliviado de finalmente saber la verdad.
Majorelle fue con ellos. Ambos padres abrazaron a su hijo, deseando haber sido más fuertes para protegerlo como él se merecía.
Nethuns miro a su esposa e hijo orgulloso, no era el final, pero verlos finalmente libres del odio que habían cargado por tanto tiempo lo llenaba de gozo.
—Será mejor que les dé un tiempo a solas— decía en voz baja a Oohel.
—Eso no es posible— mencionaba el hada con una enigmática sonrisa.
Antes de que pudiera exigirle una respuesta, una mano lo retuvo. No esperaba ver en ese momento a Clarión lejos de su hijo.
—Azul aún te necesita.
—Azul necesita a su papá, al que pudo estar con él.
No puso objeción, dejo que Clarión lo llevara con su familia. El tiburón no lo dudo, atrajo a sí al amor de su vida, y al chico que sin tener su sangre amaba por ser su hijo.
...
—Les agradecemos por nuestra última cena— decían a una sola voz los estudiantes de Onboro.
El Monstro longe estaba vacío, el restaurante tenía una vibra curiosa a media noche. Solo la familia Leech les hacía compañía. Los padres de los gemelos disfrutaban de sus bebidas y el espectáculo, no todos los días podían disfrutar el ver sus hijos torturar a sus víctimas.
Claro que, esta no era una de esas ocasiones, o no completamente.
—Lamentamos la tardanza— llegaba Azul con sus padres, parecían incluso más joviales que en la mañana.
—Ara, ¿no vendría el señor Ashengrotto?— notaba Christine la ausencia del susodicho.
—Entonces, ¿ya podemos de hablar de Clarión?— preguntaba Floyd.
Antes de que Azul lo volviera a regañar, el señor Ashengrotto se asomó por la entrada del restaurante. El morado de su piel había desaparecido, dejando un color tostado en su lugar. El cabello estaba peinado, aunque era igual de largo y blanco.
—Ahora si ya te ves decente, es bueno que tuviera una poción extra— le molestaba Azul, —Solo falta alguien... pero creo que no vendrá. En fin, comencemos la cena.
No era una celebración como tal, pero había algo de festividad en esa reunión, Azul nunca lo diría, pero agradecía a la mayoría de los que estaban en ese momento por lo que habían hecho por él.
—Oye Yuu, ¿puedo hablar un momento contigo?— pidió Clarión después de la cena.
Ambos salieron del restaurante.
—Solo quería darte esto, de agradecimiento— dijo extendiendo un pequeño saco.
Apenas lo tomo, un olor que no había percibido en ese mundo lleno su corazón y pulmones de nostalgia. Los granos estaban en su tostado exacto, percibía también otras especias, no había duda, ese era el aroma de café.
—¡Muchas gracias!, huele tan bien como el de mi ciudad.
—Sí, sé que no es como el café de Colombia, pero creo que me acerque bastante— declaraba orgulloso Clarión.
—Parce, me acabas de hacer la noche, espera a que Grim lo pruebe...
Tardo en comprender lo que el señor Ashengrotto le había dicho.
—¿Cómo supo...?
—Tranquilo, no dire nada...— aclaraba Clarión al chico.
—Me sorprendió que fueras de otro mundo... Yo quería saber cuál sería la mejor forma de agradecerte, así que use mi magia única, y así lo descubrí...
Yuu suspiro, ya no podía cambiar lo hecho. Además, el olor hacía que no pudiera estar enojado.
—Gracias. Y gracias por guardar mi secreto.
Escucharon unos murmullos, supusieron que solo sería alguien que había ido a buscarlos, o que como ellos, habían salido a tener una plática en privado.
Ninguno espero ver a Azul e Idia íntimamente cerca el uno del otro. "El chisme que le voy a contar a Grim" pensaba Yuu tratando de no lucir muy emocionado.
Miro a Clarión, quien solo sonreía al ver la escena.
...
—Estoy agotado— se quejaba Grim cuando regresaron a su dormitorio.
—¿Qué tal la cena?— preguntaba Phinny cuando todos se sentaron en la sala.
—Bien, logramos que los Ashengrotto no nos mandaran a dormir con los peces, y Oohel me prohibió volver a ayudar a alguien.
El silencio se hizo presente, ni los fantasmas ni Grim estaban seguros si eso había sido ironía o sarcasmo.
—Bueno... mejor váyanse a dormir— sugería Ezrael incómodo.
Grim comenzó a subir las escaleras, pero vio que Yuu se había quedado pensativo en el sillón. Los fantasmas supusieron que el chico aún no estaba listo para dormir.
—¿Quieres hablar de algo?— pregunto Grim sentándose al lado del chico.
Este permaneció en silencio, dándose valor para hablar.
—En mi mundo, vivía con mis papás y mi abuela materna. Cuando era chico, notaba que mi abuela no trataba bien a mi mamá, le decía muchas cosas feas, mi mamá era muy débil para defenderse, pero yo no podía hacer nada. Papa trataba de defenderla, pero ella siempre lograba que mamá volviera con ella, a pesar de que siempre salía lastimada.
Hablar le costaba, sobre todo lo siguiente.
—Cuando mi padre murió, ella no me consoló. La noche de su funeral, estábamos en la casa, ellas creyeron que me había ido a dormir. Le dijo que mi papá se había buscado que lo mataran...
Sentía que la garganta se le cerraba, Grim puso una patita en su mano para darle ánimo.
—Yo no lo soporte, le grite que se largara. La odiaba, la odio... por todo el daño que le hizo a mi mamá...
Ya no pudo continuar.
Las lágrimas de odio y arrepentimiento se mezclaban.
—La odio, y sé que no está bien... Grim, ¿soy una mala persona?
El felino lo abrazo, —No, solo eres humano.
...
Y, terminamos el arco. Pero no así la historia de Azul.
En los próximos días estaré subiendo un Spin off de este arco llamado "No importa que", se centrará un poco más en la infancia y adolescencia de Azul y como fue su trauma, no en profundidad, pero hablaremos más de lo que no hable en este capítulo.
Son solo 4 episodios... y en esa abra boda.
En fin, finalmente avanzamos al arco de Scarabia, empiecen con las teorías, ¿qué traumas veremos?
Gracias por su paciencia, nos seguimos leyendo.