Capítulo 1 parte 3
Chie, el teru teru bozu de Seji-sensei a pesar de estar ebrio empieza a hablarnos un poco acerca de las funciones de los diamantes.
— ¡Yo les explico, *hip*!
Las luces de la casa de apagan y Chie se posa sobre la luz de una linterna como si fuese a contar una historia de terror.
Seji-sensei, Miru-chan, los demás espíritus y yo nos sentamos en las sillas del comedor para escuchar lo que tenía que decirnos.
— Pues tenemos el poder de crear armas mágicas con el diamante, y ya que somos espíritus que habitan en el diamante, necesitamos un digno portador para utilizar nuestros poderes.
— Ya, pero ¿para qué necesitan crear armas mágicas?
— ¡No lo séééééééé *hip*!
Toda la seriedad de la situación se había ido, y como ya es costumbre solo nos dejó más dudas que respuestas.
¡¿Por qué nos pasa esto?! ¡Ni los espíritus de los diamantes saben para que sirven!
— Pero, en el meteorito sentí una... no, muchas presencias contrarias a nuestros ideales, y eso no parece ser una buena señal...
Umh, al parecer todavía hay muchos más diamantes de los que esperaba, pero mis pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos.
Se encienden las luces y suena un fuerte gruñido del inexistente estomago de Ai, el espíritu del diamante de Miru-chan.
— ¡Tengo hambre, ¿dónde están aquellas pupusas?!
— ¿Pupusas? — Exclama mi teru teru bozu confundido.
Al parecer, él estaba bastante intrigado por las pupusas, ¿cómo era que se llamaba, Bako, Koba? A no, ¿era Boki? Qué más da, le preguntaré luego.
Seji-sensei toma un plato con pupusas que tenía guardadas, las sirve en cuatro platos distintos y pone dos tazas de chocolate caliente sobre la mesa.
— Ja, ya que Rasec vino tarde podrían comerse su cena así que adelante, tú también jovencita.
Miru-chan muy apenada por comerse mi cena le responde:
— Muchas gracias, pero no podría comerme la comida de otra persona.
Alegremente le respondo a Miru:
— Descuida, es una buena oportunidad para que pruebes las pupusas.
— ¿En serio? ¡Gracias Senpai! — Me dice mientras sonríe dulcemente, ella voltea a ver a Seji-sensei para presentarse.
— ¡Ah, es verdad! Es un placer conocerlo en persona, Seji-sama, soy Sakurai Miru, Uraseku-senpai me ha hablado mucho de usted.
Le dijo Miru-chan mientras Seji-sensei le servía la comida
— Jo, pero que joven tan educada, espero que te haya contado cosas buenas. A ver cuándo aprendes algo de ella, Rasec.
Presentía que diría eso, como se comerán mi cena, mejor veré que como.
— Agh, solo me comeré un churro y me iré a dormir.
— No te acabes toda la mercancía de mi tienda.
Me dijo Seji-sensei ya que también vende otros productos.
— ¿Chu-churro?
¡Me encanta usar palabras que nadie entiende en Japón, sobre todo para ver el rostro de confusión de Miru-chan!
— Coman por favor, que se va a enfriar. — Les dijo Seji-sensei a todos los espíritus de los diamantes y a Miru-chan.
Los teru teru bozu parecen muy emocionados.
— ¿Pupusas?
— ¡Huele delicioso!
— ¡Vamos a comer!
Miru-chan también se les unió, no me sorprende, le encanta probar cosas nuevas.
— ¡Buen provecho!
Le dan un bocado todos al mismo tiempo, se quedaron en silencio por un momento, ¿les habrá gustado? Eh...
— ¡QUÉ RICOOOOOO! — Exclaman todos fuertemente.
Me había asustado y creí que no les habían gustado, supongo que la primera vez que pruebas las pupusas debe ser toda una experiencia.
Es la receta de Reina-dono-sensei después de todo.
— ¡¿Cómo puede saber tan bueno?!
— ¡Es como un cálido abrazo a mis papilas gustativas!
— ¡El queso se derrite en mi boca!
— ¡Nunca había probado esto, está delicioso!
Hasta a Miru-chan le gustaron, debería empezar a acostumbrarse, si llegase a vivir conmigo no comería otra cosa... ¡jajaja...! bueno, no es como si eso fuera a pasar, ¿o sí...?
— ¡Senpai, soy tu amiga desde hace tres años, ¿cómo pudiste ocultarme este manjar?!
— ¿Eh? ¿eres amigo de esta chica desde hace tres años? Soy tu maestro y hasta ahora me doy cuenta... supongo que eres más grande de lo que pensé... — exclamó Seji-sensei con gran sorpresa.
Mi mente está en blanco así que no puedo procesar las cosas con normalidad.
— Como sea, me iré a dormir.
Empiezo a subir las escaleras para irme a mi cuarto, Seji-sensei me voltea a ver y me dice:
— Recuerda que mañana vas al instituto Adachi, no te desveles jugando tus juegos de citas.
Muy exaltado volteo a verlo y le respondo:
— ¡No son juegos de citas, son juegos de rol, que puedas tener novia en el no significa que lo juegue por eso! Además, ¡no lo diga frente a Miru-chan!
Seji-sensei orgullosamente voltea a ver a Miru-chan y a los espíritus de los diamantes comiendo.
— Está más ocupada comiendo así que no importa, pero no te desveles.
— Si, sí.
Continúo subiendo las escaleras para irme a mi habitación cuando Miru-chan me dice algo y volteo a verla.
— Uraseku-senpai, buenas noches.
Miru-chan me sonríe dulcemente cuando me da las buenas noches, no pude evitar poner rojo como un tomate, ¡¿Cómo puede ser tan linda?!
— Ujum, buenas noches, Miru-chan.
Muy sonrojado y tímido intento ponerme serio y seguí subiendo hacia mi cuarto.
Ya en mi habitación, solo escucho como hablan entre ellos, nada referente a los diamantes, parecían ser amigos de toda la vida por las cosas que decían.
Pareciera que no le prestan la suficiente importancia al tema de los diamantes y de los teru teru bozu.
— Justo cuando pensé que nada pasaría hoy.
Volteo a ver mi mano que tiene impregnado el diamante, intento sacarlo suavemente, pero se me hace imposible y muy doloroso, creo que mejor lo dejo estar.
Ahora que lo pienso, ellos solo tienen las marcas de los diamantes.
No le he enseñado a Seji-sensei mi diamante, lo haré mañana de todos modos.
Capítulo 1 parte 4
Justo a mitad de la noche, se ha manifestado una persona en mis sueños, parece estar cubierta por una densa niebla blanca, me pregunto si es una representación de Boki o como se llame.
— Umm... como ya sabrás, ha ocurrido un error.
La silueta de esa persona empezó a hablarme con una voz profunda casi de ultratumba, por más que quiera no logro ver su rostro.
— No eres la persona que buscaba el diamante, el espíritu no estará obligado a seguir tus ordenes ni a brindarte su poder.
Por más que intento hablar se me hace imposible, ¡¿De qué diablos estará hablando ese trapo sucio?! En este momento solo me queda seguir escuchándolo.
— Con el paso del tiempo, el diamante irá rechazando tu cuerpo, no sin antes consumirlo hasta tu inevitable muerte.
Mientras decía eso, empezó a desvanecerse su silueta en la densa niebla.
— Supongo que nos volveremos a ver... sí descubres como evitar tu desgracia, confío en que lo lograras.
No puedo hablar, antes de intentar preguntarle algo el sueño había finalizado.
— ¡Aaaaaaaaaaaaah!
Me levanto dando tremendo grito y con un ardor en mi rostro.
¿Q-qué es esto? ¿tengo un corte en mi rostro?
Definitivamente tengo un corte en la parte izquierda de mi rostro.
Al tocármelo, mi mano con el diamante se llena de la sangre de mi cara.
— Tch, ese maldito trapo sucio...
Echarle la culpa a Boki es lo más normal en un momento así, a todo esto, ¿dónde se habrá metido?
Estoy sangrando mucho como para pensar en eso, será mejor que me limpie el rostro.
Seji-sensei me grita desde abajo:
— ¡Oye! ¡deja de estar gritando! ¡hoy vas al instituto así que será mejor que te prepares!
— ¡Ah, s-si!
Mejor no pierdo más el tiempo.
Me limpio la cara, me pongo el uniforme y bajo a desayunar.
— Toma, lava el plato antes de irte. — dijo Seji-sensei mientras me servía el desayuno.
— Entendido.
Seji-sensei pone un plato con tres pupusas de frijol con queso y una taza de chocolate para él.
Es imposible ocultar mi corte en el rostro y Seji-sensei no puede ignorarlo, voltea a verme con algo de curiosidad.
— ¿Umh? ¿por qué tienes un corte en el rostro? No me digas que eres de esos que se cortan.
— ¡N-no no, no lo hice yo!
— Entonces fue el espíritu de tu diamante, ponle un control o te va a terminar matando.
¡Esto es el colmo, ya somos dos los que pensamos lo mismo!
— Me terminará matando, puede que eso pase jaja...
¿Inevitablemente dije que moriré?
— ¿Umh?
— ¡O-olvídelo! a todo esto, ¿dónde está Chie? Quizá él sepa dónde está Boki.
Primera vez que uso mi cerebro, aunque no sirvió de mucho.
— Amaneció con resaca y lo colgué en el patio porque no quería que vomitara adentro, no lo molestes que está dormido. Además, no se llama Boki, se llama Kibō. Dile bien su nombre si no quieres que él te venda por partes en internet.
— Eso puedo notarlo...
Supongo que Boki, digo... Kibō debe de estar dentro de mi diamante, mejor dejo de pensar en eso y me largo al instituto.
Durante todo el camino al instituto, no puedo dejar de pensar en cómo excusarme si alguien me pregunta lo del corte, será mejor ocultar el tema de los diamantes y los teru teru bozu de todos los demás.
Finalmente llego al instituto, y mucho más temprano que nunca, de camino a mi asiento me choco con alguien y se caen mis cuadernos.
— ¡Oye, fíjate por donde vas! — me grita un tipo que tiene carácter de ser problemático.
— Lo lamento.
Levanto mis cuadernos y me voy a mi asiento. Puedo escuchar las cosas que hablan luego de eso.
— Déjalo, sigamos nuestro camino. — le dice uno de sus amigos al tipo con el que choqué.
Se me quedó viendo un momento, pero decido ignorarlo.
En eso, escucho una voz en mi cabeza, creo que es Kibō.
— ¿Quién era ese tipo?
Ya en mi asiento, doy un fuerte suspiro y digo:
— Ah, es Sakamoto Hiroki, él y su grupo suelen molestar a los demás.
— Esa presencia... — dijo Kibō con un tono muy serio.
— A todo esto, ¿por qué me cort...? ¡aaaaaaah!
Mi pregunta fue interrumpida porque mi diamante comienza a emanar un fuerte resplandor color verde.
¡Kibō está saliendo del diamante! ¡rápidamente lo escondo bajo la mesa! Algo así es difícil que no llame la atención, toda la clase voltea a verme.
— ¡Serás idiota, no puedes salir así en público, además, ¿qué haces aquí?!
Le pregunto con voz baja y bajo el peso de las miradas de toda la clase.
— ¡Vivo en el diamante, necesito reponer fuerzas!
— ¡Como sea, no debes salir así en público, no sería normal si vieran un teru teru bozu flotando y hablando!
Se acerca un amigo mío, en eso obligo a Kibō a que se esconda en el diamante.
Intento disimular, pero ya se habrán dado cuenta de que soy pésimo en esto.
— ¡Que pasa mi Uraseku-chan! Dime, ¿qué fue ese gran resplandor?
Es Kenji, mi amigo desde que vamos a primero, ni yo recuerdo cómo nos hicimos amigos...
— ¡Gagh!
¡¿Por qué me preocupo si todo el mundo vio el resplandor?!
— Eh, bueno...ujum, no fue nada.
— ¿Y ese corte?
— ¡Gagh!
¡¿Qué debería decirle?!
— ¡Ah! Eh, yo... ¿me herí?
— Umh... ¡Pero que distraído que eres, así ambos acabaremos reprobados, jajajaja!
— Eh, ¡S-si!
Uff, que bueno que Kenji es tan tonto como yo... espera, ¡él es muy bromista! ¡¿por qué ha puesto una cara picara?!
— ¿No será que estas enamorado y por eso estás distraído?
— ¡Eeeh!
¡Ya decía yo que saldría con eso!
Kenji se acerca demasiado a mí, nuestros rostros estaban a menos de una cuarta de distancia mientras sostenía su cara picara.
— ¿No estarás enamorado de aquella chica de primero? ¿Quién era? Ah, la de cabello naranja, ¿no?
— ¡Ah!
¡Ya me sonrojé, está en lo cierto! Espera, no fue por distraído, ese trapo sucio me hizo esto en la cara, intentaré mantener mi compostura.
Su rostro está muy cerca, intento alejarme de él para no crear confusiones entre mis compañeros, aunque normalmente paso desapercibido entre todos.
— Pasas mucho con ella, creí que ya serían algo...
— *cof* Ella y yo solo somos amigos.
Kenji finalmente aleja su rostro de mí.
— Ja, lo que digas.
Logro mantener mi compostura, pero ahora que lo menciona, quizás si este enamorado de ella...
¡Concéntrate, no pienses más en eso cuando vas a morir en cualquier momento!
Morir en cualquier momento...
— Tomen sus asientos por favor, la clase va a comenzar, vamos atrasados así que comenzaré la clase ya.
No me enteré cuando la profesora entró al aula. Kenji se despide de mí y regresa a su asiento mientras yo saco mis materiales de estudio.
Durante toda la clase me mantengo pensando sobre la muerte, Kibō no me habla ni por la mente, no sé qué estará haciendo ahí dentro.
No sentí cuando terminó la hora de clases.
Cuando salgo del instituto, Kenji decide acompañarme a la salida.
— ¿Hoy no vino Miru-chan?
Le pregunto a Kenji que estaba a mi lado.
— Ah, creo que enfermó con algo que comió.
— ¡Umm!
Volteo a ver al frente algo preocupado.
¿Le habrán caído mal las pupusas? Supongo que el estómago de los japoneses no está acostumbrado a está ambrosía, yo nunca diría "ambrosía" ... ¡¿qué diablos me pasa?!
— Oye, casi empiezan los talleres escolares, ¿a cuál entrarás?
Preguntó Kenji viendo el horizonte.
— Quizá elija música, odio hacer deportes y el sol, música es lo único que se puede hacer adentro que no requiera coser o actuar, además, sé tocar la guitarra así que no será difícil para mí.
— Je, muy típico de ti.
Kenji y yo charlamos de muchas cosas sin relevancia mientras vamos a nuestras respectivas casas.
Parezco muy tranquilo frente a las demás personas, pero por dentro solo pensaba en si ese sueño era realmente una advertencia o si era una pesadilla de mal gusto.
Es cierto que el diamante no me eligió, le preguntare a Miru-chan o a Seji-sensei para ver si ellos tuvieron una situación similar.
Por ahora solo me queda disfrutar de la vida a mi manera, quizá vaya a visitar a Miru-chan mañana.
No se curaría de eso en menos de un día, pero espero que mañana se encuentre mejor.
Debería pensar en que darle como regalo cuando la visite.
Capítulo 1 parte final
En un cuarto oscuro, lleno de posters de rock y metal, guitarras, bajos, una batería y una estantería llena de juegos, hay una niña con una vestimenta punk y un cabello negro con las puntas rojas sentada en una esquina llorando y abrazando un teru teru bozu con una flor en lugar de un corbatín.
Se escuchan gritos de fondo, quizás sean de sus padres.
La niña, con la mano derecha ensangrentada dice:
— Yo...
— ¡Su-Sumire-chan!
El teru teru bozu exclamó asustado y tembloroso, los gritos siguen sonando de fondo.
— Yo... solo quiero estar en paz...
La niña se encoje más y más.
— ¡Nya!
Un gato negro muy pequeño y con flecos en la frente se oculta y maúlla.
Tiene un teru teru bozu, lo que supone que la aparición del cuarto diamante podría estar por suceder...