—¿Cómo es que fuiste al hospital sola? Si te sientes mal o si hay un problema con tu equipo, puedes llamarme. Siempre estoy disponible —dijo He Wencheng, que sonaba algo enojado.
—No es nada serio —Su Yin sabía que la noticia de su asedio por los reporteros debía haber llegado a los titulares para ahora. No había duda sobre la velocidad de los medios.
—Incluso si no es serio, todavía puedes llamarme. De todas maneras planeaba visitar a Fu Shiyan en el hospital —He Wencheng dijo, claramente molesto—. Estoy yendo al hospital con Zeng Zhen ahora. ¿Dónde estás tú?
—Ya volví —Su Yin miró a Ji Zhihan en el asiento delantero y habló con indiferencia.
—¿Volviste? ¿Así, sin esperarme? —preguntó He Wencheng.
—¿Cómo iba a saber que ibas al hospital? —respondió Su Yin.