—Justo cuando se montó en el coche, golpearon la ventana.
—Su Yin se volvió y vio a Ji Zhihan de pie fuera del coche.
—Solo dilo.
—¿No fueron suficientemente claras las palabras que dijo ese día? —Un buen ex debería ser como los muertos.
—Su Yin todavía bajó la ventana impacientemente—. ¿Qué pasa?
—El coche no arranca.
—¿Y?
—Llévame.
—¿Por qué debería?
—Yo te llevé la última vez, lo justo es lo justo —dijo Ji Zhihan con naturalidad.
—Su Yin se quedó un poco sin palabras.
—Si recordaba bien, la última vez fue él quien insistió en llevarla, no ella pidiéndolo.
—Está en camino —agregó Ji Zhihan.
—Su Yin tomó aire profundo y aún así desbloqueó la puerta para Ji Zhihan.
—Ji Zhihan se sentó en el asiento del pasajero.
—Su Yin salió del garaje.
—Considéralo devolver ese favor —aunque lo hizo de mala gana.
—El sedán iba manejando por el camino.
—Su Yin conducía muy despacio —porque no era muy buena al volante.
—Y porque, estaba embarazada.