Tras eso, Lu Ming se comió más de diez camarones seguidos. Después de refinar la esencia de más de diez camarones centenarios, el cuerpo físico de Lu Ming se acercaba cada vez más al nivel superior de la segunda etapa.
—Realmente sabe muy bien, ¡pero debería ser mejor si cambio el sabor! —Lu Ming chasqueó la lengua. Luego, sus ojos se iluminaron. Se levantó y salió caminando hacia el pasaje llameante.
En cuanto entró al pasaje, flamas y espíritus de la llama emergieron del pasaje.
—¡Ásenmelos! —Lu Ming agitó su mano y más de diez camarones centenarios aparecieron. Eran controlados por el Qi esencial de Lu Ming y flotaban en el aire.
Lu Ming en realidad había usado las llamas de aquí para asar los camarones. Si los ancestros Dongyi que habían instalado las inscripciones lo vieran, se enojarían tanto que saldrían de sus ataúdes.
Zzzzzzzz
Los camarones centenarios emitieron un sonido de chisporroteo, y pronto, la fragancia asaltó su nariz.