—Si realmente deseas tomar control sobre tu propia vida, lograr lo que solo unos pocos en 1000 años logran, entonces únete a mí y disfruta del viaje que conduce a la Grandeza.
Melia habló mientras sus ojos brillaban con determinación.
Al escuchar sus palabras, una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Nux.
—Tengo que decir, señorita Melia, no esperaba escuchar algo así de ti.
Melia no dijo nada y esperó a que Nux continuara.
—Entonces quieres que nos unamos a ti porque garantizas que este Clan que vas a construir será uno de los clanes más fuertes en Yrniel, tan fuerte como la Casa Corazón de Sangre, ¿verdad? —preguntó Nux con su sonrisa característica en el rostro.
Sin embargo, Melia malinterpretó esa sonrisa.
—¿Estás burlándote de mi Meta?
—¿Hmm?
—¿Crees que mi Meta es impracticable y naïve? ¿Una fantasía de un niño que no sabe nada sobre el mundo exterior? —preguntó Melia.
Nux, él miró a los ojos de Melia y preguntó a su vez.
—¿No lo es?