—¿De verdad golpeaste a esos tres estudiantes? —preguntó Evane y la cara de Nux también se puso seria.
—Lo hice —asintió.
—Nux, escucha, si alguien te está amenazando, puedes decírmelo. Soy la Princesa de este Reino, y puedo decirte que mi influencia es mucho más fuerte de lo que crees. Así que si tienes algún problema, lo único que tienes que hacer es decírmelo y te aseguro que me encargaré de todo —murmuró Evane con una mirada seria en su rostro. Realmente no quería creer que su estudiante atacó a esos tres estudiantes. Ella ha pasado algo de tiempo con Nux, conoce un poco su carácter, y no piensa que sea alguien que golpea a alguien. Por eso, dudaba de que estuviera siendo amenazado.
—Profesora Evane —llamó Nux.
—Lo hice —asintió de nuevo.
—Soy alguien que se atrevió a desafiar a la supuesta Reina de la Academia, dentro de la academia. No tengo miedo de nadie, nadie me está amenazando —respondió Nux con una mirada seria en su cara.