—Escuché que fuiste a la Oficina del Director durante el almuerzo —comenzó Evie cuando ella y Ren finalmente estaban ambos en su coche—. ¿Está pasando algo?
Evie no tuvo la oportunidad de preguntarle a Ren después del almuerzo ya que la clase ya había comenzado para cuando él regresó. Tampoco pudo hacer una pregunta furtiva pues tuvieron una prueba sorpresa, como de costumbre, la cual no le dejó espacio para pensar en nada más.
Sabiendo que no podía ocultarle nada a Evie, Ren le contó sobre lo que pasó en la Oficina del Director.
—Ya veo... —fue la única respuesta de Evie después de la larga explicación de Ren.
—No pareces sorprendida.
—De cierta forma lo esperaba —le dijo ella—. Cuando te elevas a la cima, es inevitable tener problemas. Era natural que la escuela se enojara porque eligiéramos ayudar a otro gremio en lugar de a nuestra propia academia.