Capítulo 94: ¡Qué mundo tan pequeño!

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Una estela de piedra apareció de la nada en medio del camino, atrayendo la atención de una multitud masiva.

Una pareja de madre y su hijo también se fijaron en ella y se detuvieron.

Ahora bien, esta estela de piedra tenía grabados encantadores de almas. Tal trabajo no podría ser hecho por un hombre de carne y hueso.

Atraído intensamente por ella, el chico se soltó del agarre de su madre y corrió hacia la estela.

La curiosidad brillaba en sus ojos mientras alzaba su mano para acariciar la figura tallada a semejanza de la sagrada madre. Pero justo cuando su dedo entró en contacto con ella, desapareció.

Al ver eso, su madre gritó horrorizada y casi se desmaya.

Las lágrimas brotaban de sus ojos mientras gritaba y se lanzaba contra el misterioso objeto, exigiendo que la estela de piedra le devolviera a su hijo.

Su mano rozó la estela.

Entonces... los espectadores la vieron desaparecer de inmediato.

¡Escalofriante!

Dieron un paso atrás inmediatamente.