«Un corte y se acabó. Un golpe y estoy en la final», pensó Lily Sangrienta al ver que tenía una abertura clara para atacar el cuello de Xanthea.
Así que blandió su espada con toda su fuerza, esperando golpear a Xanthea y terminar la lucha. Esta era su gran oportunidad. No podía cometer un error y lo sabía.
Pero lo que no esperaba era que, aunque Lily Sangrienta se moviera con la velocidad del trueno, Xanthea tenía una tremenda percepción de la batalla y la astucia de una maga. Y en el último momento, cuando la guerrera pelirroja blandió su espada, Xanthea logró esquivar en el último instante.