—Mierda. Espero al menos haber podido aprovechar el hecho de que me reconocieran... —pensó Kaizen mientras salía de la sala de espera principal de la Arena Valkyria.
El Psíquico ya había anticipado la posibilidad de que la gente reconociera su máscara, después de todo, un video de él sonriendo mientras soltaba al Druida Centauro fue visto por millones de personas hace semanas. Sin embargo, nunca imaginó que alguien intentaría intimidarlo o amenazarlo por ser quien es.