Con la incorporación de Lily como un éxito, Severus y Max regresaron al hotel donde encontraron a Sebastián esperándolos, quien también había tenido éxito en lograr que dos grandes firmas de herrería trasladaran su base de operaciones al planeta Geonmi.
Tras discutir los detalles del trabajo por un rato, los chicos decidieron que el viaje era un éxito y que se habían ganado el derecho de festejar a lo grande durante los próximos 2 días hasta que fuera hora de regresar a Dombivli junto con la maestra alquimista Lily.
—¡Hecho! ¡No más charlas de trabajo! ¡Hora de relajarse y disfrutar! ¡Somos jodidamente ricos, vivamos estos dos próximos días como si fuéramos los más ricos del universo! —sugirió Sebastián mientras Max escupía en su palma antes de golpear a Sebastián moderadamente fuerte en la cabeza.
—¡Sí! —animó Max.
—¡Síii!!! —se unió Severus mientras también golpeaba la parte trasera de la cabeza de Sebastián.