Sebastián observó la furia de Max con una expresión aturdida. Aparte de Max, él era el único individuo en la sala que había aprendido [el camino del viento], lo cual le ayudó a fijarse en la figura del elemental de viento.
Decir que el elemental de viento era rápido era quedarse corto, era tan ridículamente veloz que Max dudaba si Anna podría siquiera acertarle con sus flechas más rápidas, pero Max se negó a dejar que eso lo detuviera ya que se lanzó con increíble agilidad atacando a su oponente sin parar.
Aunque Sebastián no entendía los detalles exactos de los poderes relacionados con el fuego de Max, sí tenía un entendimiento básico de su uso. Sin embargo, hoy su visión del mundo se hizo añicos cuando vio a Max usar combinaciones y fintas para hacer bailar al elemental de viento al son de su música, solo para premeditar dónde estaría un segundo después y golpearlo con precisión con un ataque.