Bajo la luz titilante de las antorchas de la cámara sombría, Asher se inclinó hacia adelante con un aire de intriga para inspeccionar el contenido del ataúd, su mirada se agudizó al posarse en la forma humanoide que yacía dentro.
El cadáver preservado, si se le podía llamar así, no tenía rasgos faciales distintivos, parecía más un modelo de cera que algo humano, pero conservaba indiscutiblemente la forma de una persona.
Parecía andrógino y no distintivamente masculino ni femenino.
—¿Qué hace aquí este extraño cadáver? —La voz de Asher resonó levemente en la cámara, un tono de confusión se entrelazaba con su comportamiento por lo demás compuesto.