Los ojos de Amelia temblaron mientras se preguntaba de qué hablaba este demonio, mientras que Raquel apretaba los dientes y exclamaba —¡Quita tus sucias manos de ella!
Raquel temía que el Portador del Infierno estuviera tramando algún tipo de plan demoníaco utilizando a Amelia.
Los labios de Asher se torcieron en una oscura sonrisa, y miró a Isola, la comunicación silenciosa entre ellos era clara mientras ella asentía. De un movimiento rápido, Isola agarró el brazo de Amelia, levantándola.
El corazón de Raquel latía acelerado, el miedo evidente en su voz —¡Eh! ¡Suéltala! —exigía, pero su súplica cayó en oídos sordos.
Raquel se preguntaba si estos demonios iban a ejecutar a Amelia de una manera cruel solo para provocar una reacción en ella.
Sin embargo, Isola continuó arrastrando a Amelia, un suave y hipnótico murmullo escapaba de sus labios.