Mientras veía que lo único que quedaba de aquel maestro oscuro era simplemente este enorme manchón de sangre y manos y piernas cercenadas, se giró hacia los tres restantes. Y solo con cruzarse con su mirada, se orinaron en el acto.
—Ustedes son los siguientes —sus palabras resonaron mientras colocaba la bola en uno de sus anillos de almacenamiento, luego se lanzó como antes, desatando todo el potencial de su técnica, reclamando las vidas de los últimos tres como si no fueran nada.
¿Qué era verdadero poder? ¡Tomás en este momento vio lo que era el verdadero poder!
—¡Uf! Terminó —William se paró en medio de todo este desorden, observando a los enemigos caídos alrededor del lugar. Este ataque surgió de la nada y le hizo darse cuenta de que ya no estaba seguro, ni siquiera aquí.
Intentó lo mejor que pudo mantener a esos malditos Transformadores del lado neutral y trató de engañarlos. Pero terminó siendo engañado. "Al menos logré matar a todos ellos..."