La transferencia de carga fue rápida y eficiente, con una fila entera de trabajadores pasando las cajas hacia la entrada de la aldea donde estaban almacenando todo su equipo.
—¿Quieres que ponga una barrera para proteger la entrada? Podrían encontrarla con sus detectores mágicos en la superficie, aunque, suponiendo que se acerquen lo suficiente —Wolfe ofreció.
—No, creo que estamos bien. Es mejor ocultarnos. Aunque, si quisieras poner una a un kilómetro de distancia en esa dirección, nos daría una excelente línea de fuego cuando se detuvieran a inspeccionarla —el líder del grupo sugirió con un guiño.
—Considéralo hecho. No tiene que ser una barrera fuerte para simplemente atraer la atención. No hay nada allí, ¿verdad? —Wolfe preguntó.
—No, es un vertedero de entierro para la munición de piedra nula que confiscamos. No tuvimos la magia para quemarla.