—Pensé que podrían apreciar nuestra habilidad de caza. Pero, ¿podemos irnos? Este encanto costó mucho lanzar, y no queremos esperar una eternidad mientras la Bruja lanza otro —explicó Wolfe.
—Bien entonces. Síguennos. Cuando dijeron que tenían una Bruja, no pensamos que se referían a una Bruja de verdad. Pero si derribaste esa cosa, no debe de ser tan mala —respondió el líder del explorador, dándole a Christa una mirada evaluadora.
—Ella terminó su primer año en la Academia —aceptó Wolfe, hablando en su nombre.
—¿Y cómo se llama? ¿Alguien especial? —preguntó el explorador.
—Nadie especial. Solo una prima lejana de la línea Abilene —respondió Wolfe.
Eso hizo que el brujo se enderezara y pareciera mucho menos sospechoso.
—Oh, es más vieja de lo que parece entonces. Todas las brujas Abilene se mudaron a la Costa Oeste, pero un número de ellas se volvieron renegadas después de la Academia en los últimos años —dijo.