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Mientras el Festival estaba en pleno apogeo durante los próximos días, eso no era todo lo que sucedía en el Bosque de las Hadas. La próxima mañana, las Brujas mandaron un Riverboat y cargaron a varios grupos que regresaban con suministros para sus aldeas y establecieron un segundo centro de visitantes en el lado aguas abajo del río, donde salía de la esquina sureste del bosque.
Eso completaba sus planes de dar la bienvenida a visitantes y recibir a los exploradores de fuera del Bosque como lo habían hecho todo el invierno, y con el río como punto de acceso, podían abastecer las cabañas convenientemente con cargamentos de suministros para que los aldeanos se los llevaran a casa.