Archer tomó asiento y esperó al Engendro de Sombra. Cicatriz se le acercó. Con un empujón de su gran cabeza, Archer intuyó lo que quería el tigre. Discernió los deseos del tigre y conjuró un portal que llevaba de regreso a Sia, viajando a través del Ducado de Campoestío con su abuelo.
La perspectiva de reunir al tigre con su amado le arrancó una carcajada, reconociendo que comprendía las intenciones de la bestia. Cuando Cicatriz vio esto, le lamió en señal de despedida antes de pasar a través de él.
Mientras esto sucedía, las chicas le enviaron un mensaje preguntando dónde estaba. Asegurándoles que estaba cazando bandidos, Archer calmó sus preocupaciones, y ellas le animaron a disfrutar de su misión.
Después de esto, los Engendros de Sombra terminaron su tarea, entregándole casi un centenar de corazones. Observaron cómo los guardaba en su Caja de Artículos antes de concentrar su atención en el tesoro.