Capítulo 8: Matanza
Al ver a otro orco no muy lejos de donde estaba, Aiden corrió hacia él silenciosamente con la ayuda de su habilidad pasiva, Pasos de Sombra.
El orco no se dio cuenta de la aproximación de Aiden y fue sorprendido por este ataque.
El golpe de Aiden fue tan poderoso como antes, pero ahora tenía un arma capaz de infligir daño, lo cual no tenía en su última pelea.
Sin embargo, era importante notar que la maza podría ser considerada pesada por los estándares de Aiden ya que siempre había usado una daga desde que era un niño. El hecho de que no estuviera en la mejor forma física tampoco le ayudaba.
Dándose cuenta de que las armas eran esenciales para la supervivencia, Aiden decidió que una vez que superara esta prueba, compraría la mejor daga.
Sin embargo, para comprar esa daga, necesitaría obtener buenas recompensas, precisamente por eso quería desempeñarse lo mejor posible.
Golpeando con la maza sin mucha precisión, solo esperando golpear la cabeza del orco, y la sangre brotó del cuerpo del orco.
A pesar de que el sistema había clasificado la maza pesada como de rango Básico, resultó ser muy efectiva contra monstruos de este calibre.
La pelea esta vez fue más corta ya que los ataques de la maza provocaron mucho más daño. Después del quinto golpe, el orco comenzó a desintegrarse una vez más, desapareciendo en partículas.
[Has matado a un orco.]
[Has ganado 20 XP.]
[+4 puntos]
«¿A dónde están desapareciendo estos monstruos? ¿De dónde vienen?», se preguntó Aiden, sin entender cómo los monstruos podían aparecer a su alrededor.
«¿Cuál es el secreto de este lugar?»
Sin embargo, antes de poder encontrar respuestas a esas preguntas, un grupo de orcos parecía venir tras él.
Parecía que los monstruos a su alrededor empezaban a entender que alguien estaba matando a los de su especie y necesitaban tener precaución al luchar contra él.
Mientras un grupo de orcos se acercaba a Aiden, él mantuvo la compostura y se mantuvo concentrado para prever cualquier tipo de movimiento que intentaran hacerle.
Aiden no parecía asustado porque estaba seguro de que podía ganarles. Aún así, también sabía que no sería una pelea fácil de ningún modo.
Desde la perspectiva de los orcos, el humano inmóvil parecía paralizado por el miedo, y avanzaron con mazas en mano, similares a la que Aiden acababa de obtener .
Aiden reconoció que una pelea era inevitable.
Dándose cuenta de esto, Aiden corrió hacia el orco que parecía ser el más débil del trío que se acercaba.
Se movió con tal velocidad que el orco luchó por seguir el ritmo, confiando únicamente en sus agudos instintos para bloquear el ataque de Aiden.
¡Cling!
El resonante choque de las dos mazas al encontrarse retumbó en la cercanía.
Aiden esperaba que ningún orco cercano hubiera escuchado ese sonido distintivo, o de lo contrario sería un gran problema para él. Ni siquiera tenía una trampa en la que apoyarse esta vez.
Sin embargo, el ataque bloqueado no disuadió a Aiden de atacar al orco. Fingió un ataque tal como lo hizo contra el primer orco que había matado.
El orco tuvo la misma reacción que el anterior y le dio una oportunidad que Aiden no desaprovechó ni un segundo.
Con precisión, hundió la maza en el área expuesta en el pecho del orco, tratando de infligir tanto daño como fuera posible.
Mientras tanto, los orcos circundantes comenzaban a darse cuenta de que su compañero podría no tener éxito en derrotar a Aiden y que necesitaba su ayuda.
Así que decidieron balancear sus mazas hacia Aiden, esperando golpearlo, pero una vez más, él fue demasiado rápido esquivando cada ataque dirigido hacia él.
Aprovechando las posiciones expuestas de los orcos, Aiden contraatacó rápidamente, propinando golpes castigadores a sus cabezas.
Era evidente que habían sufrido daños sustanciales, y solo era cuestión de tiempo hasta que terminara con los tres.
Esto es exactamente lo que hizo, y golpeó a los tres hasta que pudo verlos desintegrarse en las mismas partículas que antes.
[Has matado a un orco.]
[Has ganado 20 XP.]
[Has matado a un orco.]
[Has ganado 20 XP.]
...
[Has subido de nivel.]
Al matar a esos orcos, Aiden ganó suficiente experiencia para llegar al nivel 5.
Justo después de recibir su punto de estadística sin asignar, lo añadió directamente a su agilidad porque sentía que no era tan rápido como quería ser.
Podía sentir que algunos de los movimientos que había hecho antes no eran tan fluidos como ahora.
¡Plas! ¡Plas! ¡Plas!
Los sonidos de aplausos resonaron alrededor de Aiden, dejándolo desconcertado sobre su origen.
De repente, las sombras de figuras que no se parecían en nada a los orcos aparecieron en el suelo.
Parecía que se acercaban humanos, pero Aiden no lo entendió de inmediato. Los únicos humanos en esta prueba eran Ava y los demás... los habitantes ni siquiera parecían humanos en primer lugar.
Sabía que sus compañeros de equipo estaban al otro lado de la ciudad y no vendrían a buscarlo, dado que no había necesidad de hacerlo... porque él estaba haciendo su trabajo correctamente y no había dejado que ningún monstruo pasara a través de su mitad de la ciudad.
Podrían estar contentos con los resultados que estaba produciendo.
Sin embargo, las sombras continuaron su avance constante, y poco a poco Aiden se dio cuenta de que estas figuras misteriosas tenían un parecido sorprendente con los compañeros de equipo que anteriormente lo habían abandonado. Parecía que habían regresado por razones aún desconocidas para Aiden.
—¡Aiden! ¿Estás bien? ¡Parece que hubo una gran pelea por aquí! —exclamó Ava, intentando sonar lo más tierna posible.
«¿Qué diablos están haciendo aquí?», pensó Aiden.
—Oh, vaya, mataste a esos tres orcos tú solo. Realmente eres fuerte —dijo Ava, acercándose y agarrando el brazo de Aiden, y entrelazándolo con el suyo.
Aiden, molesto por ser tocado sin su permiso, intentó liberar su brazo pero no lo logró.
—Ah... está bien. Sigue sosteniéndolo, pero ¿qué hacen ustedes aquí? ¿No querían abandonarme? —preguntó Aiden con una sonrisa burlona en su rostro.
—Bueno... vimos lo bien que lo estabas haciendo y decidimos volver a donde estabas. Pensamos que sería mejor actuar como un equipo, ¿tú no piensas lo mismo? —dijo Ava, con ojos suplicantes.
—¡Ja! ¿Para qué necesito a ustedes? Lo estoy haciendo genial por mi cuenta; simplemente regresen. Me va lo suficientemente bien solo.
—No digas eso. ¿No viste al monstruo jefe? ¿No crees que necesitarás nuestra ayuda para matarlo? O no me digas que quieres superar la prueba sin matarlo? —replicó Ava.
Aiden simplemente se encogió de hombros. —No realmente. No es como si hubiera necesitado su ayuda hasta ahora, ¿entonces por qué cambiaría eso ahora? Um, tal vez podría ponerlos a prueba a todos ustedes. Si quieren quedarse aquí conmigo, entonces tendrán que derrotar a un Orco por su cuenta.
Sin embargo, si mataran a un orco o no, a Aiden no le importaría ya que se aseguraría de que murieran en la prueba. Si los Orcos no los mataban, entonces él mismo lo haría.
—¿De verdad tengo que hacerlo también? —preguntó Ava, intentando usar su encanto y sus grandes melones para su ventaja.
—Sí, tendrás que hacerlo. ¿Por qué no? —respondió Aiden con la misma sonrisa burlona de antes.
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