Durante los siguientes días, una sensación de calma se asentó sobre el grupo, permitiendo que Rain se recuperara completamente de sus heridas. La dedicación de Terra a su curación continuó sorprendiéndolo. Incluso sin pociones, de alguna manera logró mantener sus habilidades curativas, contribuyendo a su rápida recuperación.
Mientras tanto, Rain trabajaba diligentemente en su secreto pasaje subterráneo, asegurando su ocultamiento de ojos curiosos. Tenía un fuerte deseo de localizar a Julie, la enigmática figura que operaba en el cercano pueblo.
Sin embargo, procedía con cautela, plenamente consciente de los riesgos asociados con revelar prematuramente la entrada a Julie. Tal divulgación podría poner en peligro su misión, llevando potencialmente a que ella desertara al enemigo o la sometieran a tortura. El enfoque cuidadoso de Rain apuntaba a salvaguardar la integridad de su misión y mantener el crucial elemento de sorpresa, una ventaja decisiva para sus empeños inminentes.