Dos días después, el grupo llegó a la aldea de los francotiradores acuáticos, y aunque al principio los habitantes los recibieron con desconfianza porque venían con gente armada, se relajaron un poco cuando reconocieron a Rain. Era un poco tarde y sería sospechoso si siguieran cruzando el territorio de la gente mágica en la noche, así que decidieron hacer una pausa.
Al llegar Rain y su grupo a la primera aldea perteneciente a los francotiradores acuáticos, una innegable sensación de curiosidad los embargó a todos. La característica distintiva del pueblo, una compleja red de canales, captó inmediatamente su atención.