Atticus permaneció en la misma posición durante unos minutos mientras Aurora sujetaba su mano firmemente.
Todo el tiempo, Atticus pasaba su mano por el cabello de ella, tratando de confortarla y hacerla sentir más relajada.
Esta acción parecía surtir efecto, ya que Aurora empezó a calmarse poco a poco, recuperando el ritmo normal de su respiración, que antes era agitada.
Sintiendo que su agarre se aflojaba, Atticus retiró suavemente su brazo de su sujeción.
Decidiendo que era hora de partir, Atticus canalizó de repente su mana en su anillo espacial y de él, un amuleto en forma de disco se materializó sobre su mano.
El amuleto emanaba intensas cantidades de mana que incluso el menos sensible podría decir que sin duda era un artefacto, y uno fuerte además.
El propio amuleto era grande y redondo, con varias piezas pequeñas en forma de arete circular azul fijadas perfectamente alrededor de este.